La asociación “Proyecto Inspección”, a través de uno de sus miembros, ha presentado un informe en el que afirman que el 80% de los inspectores de Educación catalanes han sido designados a dedo, mientras que la tasa en España es del 33%. Estos inspectores, llamados oficialmente “accidentales” se van renovando cada año y son nombrados en base a su antigüedad, a proyectos realizados y una entrevista personal mantenida con ellos. Los méritos, la experiencia profesional en el cuerpo que inspeccionará, la cualificación, la formación no son factores que se tengan muy en cuenta o que sean relevantes y definitivos para su elección. ¡Qué podemos esperar entonces de su actividad y acción inspectora!
Los servicios de Inspección educativa son los mecanismos de control que tenemos en Educación. Deben de asegurar el cumplimiento de reglamentos y mantener unas condiciones inocuas ideológicas de trabajo. Si ellos no lo hacen, lo hacen de de la forma inapropiada o lo hacen ignorando un problema, ocultándolo en vez de encararlo de una forma independiente y valiente, guiándose por sus convicciones, valores, ejemplaridad y responsabilidad y obligación profesional; entonces, además de estar fallándose a ellos mismos están incurriendo en un delito pues están haciendo mal su trabajo y faltando a sus responsabilidades.
La inspección educativa debe de ser independiente, profesional, autónoma y no debe de estar sometida a los imperativos subjetivos de la discrecionalidad y del control político y de la represión. Debe de ser técnica-pedagógica y no burocrática. ¡Hay que transformar su organización y reestructurarla! ¡Terminemos de una vez por todas con esta Inspección al servicio de la administración de turno y de intereses partidistas!
Exijamos una Inspección con «menos injerencia política» porque la falta de independencia es un problema muy grave de la inspección en casi todas las comunidades…Ahora es el momento de hacerlo y pedir estos cambios legislativos a través de la Subcomisión para el Pacto Estado Social y Político por la Educación, que hace poco iniciaba su caminar en el Congreso de los Diputados.
Si queremos soñar con un país realmente democrático y libre, necesitamos la democratización de nuestro sistema educativo. Cuanto mayor sea este, mayor será el grado de desarrollo democrático de un país. Y para ello necesitamos una Inspección educativa, profesional, libre, eficaz, cualificada e independiente de las distintas alternativas que la manipulan y la secuestran. Necesitamos que los miembros de esa Inspección sean seleccionados entre los mejores profesionales de la docencia, en cada una de sus etapas, Infantil, Primaria, Secundaria y Universitaria.
Si queremos soñar con una Inspección que no tiña de ideología nuestra Educación hemos de transformarla y para ello tenemos que parar a reflexionar y a respondernos preguntas tales como: ¿Cuáles deben de ser las atribuciones y las líneas de trabajo en un futuro por parte de los inspectores?¿Cómo debe de ser el proceso de selección y su formación?¿Cuál ha de ser el papel y perfil de estos inspectores? ¿Cuál ha de ser la referencia y modelo de inspector?¿Qué paradigma de Inspección deseamos para transformar el sistema educativo tan precario que tenemos?
Si queremos soñar que España tenga una Educación de calidad, que prepare y forme a nuestros jóvenes para la vida, necesitamos una Alta Inspección Educativa coherente, real y funcional. Esta Alta Inspección de Educación es una institución que nació como consecuencia de la nueva organización política de España en Comunidades Autónomas. Una vez concluido el proceso de traspasos competenciales en materia educativa, el Estado creó áreas funcionales de Alta Inspección de Educación integradas en las Delegaciones del Gobierno en las distintas Comunidades. Es un órgano del Estado que tiene una doble esencia, por un lado orgánica, integrada en el Ministerio de Administraciones Públicas a través de la Delegación del Gobierno en cada Comunidad Autónoma. Y otra esencia funcional que depende del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, en la actualidad de la Dirección General de Cooperación Territorial, bajo la dirección de la Subdirección General de Alta Inspección. En cada comunidad autónoma hay un alto inspector, una oficina de la Alta Inspección Educativa; y después en el Ministerio están centralizados los servicios.
Si queremos cambiar este modelo educativo lo primero que tenemos que creer es que es posible nuestro sueño, si no lo creemos poco podremos hacer; pues como decía el gran maestro Celestin Freinet: «No podéis preparar a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de sus sueños, si vosotros ya no creéis en esos sueños; no podéis prepararlos para la vida, si no creéis en ella; no podríais mostrar el camino, si os habéis sentado, cansados y desalentados en la encrucijada de los caminos.»