BANDERAS POR BANDERA

He pasado esta semana en Málaga; tenía una cita y un compromiso allí ineludible en esta Semana Santa en la que el sol, el ambiente, el atractivo cultural, el rigor y la sobriedad de los tronos malagueños me han acompañado durante gran parte de estos días festivos. Me ha impresionado ver la multitud de gente que sale a la calle y la cantidad de dinero que mueve la industria cofrade generando cuarenta millones de impacto económico y un impacto económico global en torno a los 400 millones de euros; la Semana Santa, más allá de religiosidad popular, de identidad, de devoción y de cohesión social es un pulmón económico para Málaga.

Uno de los momentos que más expectación crea es el desembarco de la Legión, en el que se une la tradición militar con el sentimiento religioso del pueblo malagueño. Es un momento clave y emotivo que más pasión despierta de la Semana Santa malagueña, en el que los legionarios al desembarcar van en busca del Cristo de Mena para su entronización y en el que sale a hombros de los caballeros legionarios para su posterior participación en el cortejo procesional de la tarde. Pero he de confesarles que este año, en las calles de Málaga, no se hablaba de otra cosa que de las declaraciones de Antonio Banderas respecto a las críticas del recorrido, a su visibilidad, a su seguridad y a la movilidad: “Habría que repensar la forma en la que la gente pueda ver las procesiones a pie de calle” dijo el actor en el acto de entronización. “La Semana Santa es pueblo, si no existe ese pueblo, no hay Semana Santa. Cuando termina el recorrido oficial yo me echo a la calle. A mí donde me gusta ver las procesiones es en las esquinas, verlas mezcladas con la gente y a pie de calle, que es donde realmente se disfruta”.

Antonio Banderas fue bandera de los malagueños he hizo valientemente una clara crítica al sistema de abonos y palcos y a que cada vez se disponen de menos espacios para poder ver las procesiones, debido a la colocación de más gradas, sillas y vallas, e incluso de calles cerradas; incluso criticó el privilegio que tienen numerosas autoridades para acceder a sitios de privilegio. Nunca se debe romper el espíritu y la esencia de nuestras tradiciones, no debe de haber privilegios ni privilegiados en estos tipos de actos populares tan especiales. Han de ser populares y hay que evitar caer en el clasismo y en el mero negocio de algunos. Modernizar las cosas no debe traer romper con la popularidad y con que sean asequibles; en Málaga y en cualquier ciudad de España.
Escribiendo estas últimas líneas salta la noticia de que el Papa Francisco acaba de fallecer. Descanse en Paz; mis oraciones, cariño, respeto y agradecimiento para él.

LA UNIVERSIDAD Y LOS POLÍTICOS

La Universidad es una institución que tiene que buscar la verdad a través de la investigación. Tiene que tratar de enseñar a investigar y generar ciudadanos libres con una visión crítica y holística. El modelo de institución universitaria que tenemos por lo general es muy parecido al de una empresa y en muchas ocasiones dejan de lado ser una institución que sea un paradigma del interés social que busque el aumento del conocimiento. Estas fueron, entre otras, algunas reflexiones a las que la semana pasada llegamos un grupo de profesores tomando un café en la sala de profesores en relación con la controversia generada por Pedro Sánchez por el asunto de las universidades.

Una gran mayoría de alumnos nos suelen preguntar sobre qué tiene más ventajas, si estudiar Formación Profesional o Universidad. A la FP tradicionalmente le han rodeado muchos prejuicios y la idea de que los estudiantes con buenas notas deben seguir sus estudios en la universidad, mientras que la Formación Profesional estaba dirigida a los alumnos con notas más bajas. La realidad es que el número de matriculados en Formación Profesional va creciendo debido a su amplia oferta y su alto y rápido nivel de empleabilidad de estos ciclos formativos que en pocos años te abre muchas puertas del mercado laboral. Poco a poco se van rompiendo los prejuicios de considerar más prestigiosos los estudios universitarios y aunque sigue muy disparada la población española con estudios superiores que accede a la universidad esto no se traduce en que haya más conocimiento, sabiduría y empleabilidad. El mayor problema que tiene España es que a pesar de tener más estudios hay un bajo nivel competencial.

Los políticos han metido las garras en la Universidad y la utilizan para sus fines. Están siendo muy irresponsables y juegan a diario con su prestigio y con su finalidad. Además la usan como arma arrojadiza y como cortina de humo como hemos podido comprobar la semana pasada. En vez de preocuparse de poner remedio a sus grandes problemas como el déficit de la financiación y una nueva legislación para entre otras cosas mejorar el profesorado y la excelencia docente y de infraestructuras, garantizar la calidad académica, la formación del profesorado y la investigación se dedican a usarla como herramienta de confrontación política y de ideologización, como es el caso del nuevo pulso político que Pedro Sánchez ha echado a las comunidades autónomas al anunciar un cambio radical en la normativa que regula la creación de universidades en España para imponer criterios más exigentes para autorizar la apertura de nuevos centros, tanto públicos como privados; sin embargo, la medida afectará, en la práctica, solo a iniciativas privadas y sobre todo madrileñas.

Sánchez está obsesionado con poner freno al crecimiento del sector privado sobre todo donde gobierna el Partido Popular y llega a etiquetarlos de “chiringuitos”. Nadie como él y muchos miembros de su gobierno conocen a fondo este asunto pues obtuvieron sus títulos universitarios en este tipo de centros privados. Él que trasladó su tesis de una universidad pública a una privada para que fuera evaluada por un tribunal muy afín para que sacara adelante con carácter de urgencia una tesis copiada, que ni siquiera se había leído y que fue redactada, además, por otra persona. Nadie como él y su mujer con experiencia propia vivida para opinar sobre ello. Pero aquí todo sigue igual, sin dimisiones, sin caras coloradas y sin pagos políticos. ¡Hasta dónde llega el cuajo de nuestros políticos!

Ellos, los políticos, nos tratan como niños, tal vez aprovechándose de nuestra inmadurez como sociedad y de nuestro “dejar hacer”. Esa es la razón del resurgimiento de políticas primarias y simplistas como las que vivimos en estos tiempos en las que hay mucha agresividad, mucho ruido y sobre todo mucho liderazgo basado en la soberbia, el matonismo y la toma de decisiones unilaterales del faraón del partido o del macho o hembra alfa de la manada dejando de lado el consenso, la negociación y la puesta en común por un caudillaje, una agresividad y una imposición de las ideas al estilo más totalitario de épocas pasadas. La política de convencer con la palabra, del discurso, de la reflexión, de la negociación, de lo institucional y del conocimiento ha dado paso a la política de las represalias, de la confrontación, del tuit fácil mediático y destructivo, de la impulsividad, del gamberrismo y de la inmediatez más propia de políticos inmaduros que de líderes serios y constructivos. Esa es la tendencia de nuestros líderes políticos y el trato que nos dan.

Por tanto es importante, ante los ataques que está sufriendo la Universidad, reivindicar la importancia del saber y del conocimiento. Es indispensable luchar por la libertad en la Educación y evitar cualquier situación que intente romper con ella. Debemos impulsar una Universidad emprendedora, en la que empresa, Universidad, tecnología e investigación vayan de la mano. Cualquier Universidad moderna debería estar libre de amenazas y presiones. La Universidad y cualquier centro educativo son comunidades pluralistas, son lugares de debate continuo. Deben de resistir a esta coerción y represiones. Urge transformar la Universidad y elaborar un plan de estrategia y compromiso para la mejora en su gobierno, de su gestión económica, en los criterios de acceso de su profesorado, en los becarios, en las cátedras, en la elección del Decano, del Rector, en sus sindicatos estudiantiles.

EL MANEJO DEL MIEDO

El manual y el kit básico de supervivencia que Bruselas exige a todos los hogares de la Unión Europea y que deberíamos tener preparados ante una posible crisis para subsistir, al menos 72 horas sin ayuda externa, es el ejemplo claro de cómo los gobiernos pueden aprovechar situaciones de crisis para engendrarnos miedo y utilizar ese miedo para manipular e implementar medidas y alcanzar objetivos que, en otros contextos, podrían generar resistencia social.

El miedo es un sentimiento que forma parte de nosotros, es un mecanismo de precaución y defensa vinculado a nuestro ancestral instinto de supervivencia. Pero el miedo también es un sistema de manipulación individual y grupal, ejercido por el poder con el único fin de alcanzar sus objetivos que no conseguirían sin aplicarlo. Para ellos el miedo y el desorden representa una verdadera oportunidad, porque con miedo podemos cambiar nuestra estructura moral y ética y hacer cosas que no haríamos en circunstancias normales. Te meto el miedo con la guerra y con ese miedo tomamos medidas contrarias a tus valores y de esa forma impulso cambios estructurales en favor de mi agenda política, de mi ideología y en favor de potenciar mi liderazgo.

El miedo y la incertidumbre generada por el riesgo de una guerra es una oportunidad para ellos que les permite crecer como líderes y como justificación para promover medidas de control y disciplina social. El kit de supervivencia es eso, una medida disfrazada de precaución y seguridad pero en realidad es una semilla de miedo que los ciudadanos aceptan sin cuestionar para que fructifiquen los intereses y las conveniencias del poder gobernante, y de esa forma reconfigurar la relación entre ellos y la población quebrando su voluntad y haciéndonos renuncian a valores que de otro modo defenderíamos con firmeza.

En las situaciones actuales como las que vivimos podemos perder mucho de nuestros derechos sociales porque las élites se aprovechan para meternos reformas que en otros momentos serían muy impopulares y crearían muchas divisiones. Usan el miedo como fuente de poder y de persuasión. Y lo hacen porque saben que en estas situaciones somos muy vulnerables por nuestro deseo y esperanza de sobrevivir. En momentos así las decisiones las tomamos rápidamente y no revisamos con cuidado sus consecuencias porque el miedo y la ansiedad son emociones altamente intolerables, de las que buscamos escapar con rapidez. Nos aterrorizan para luego convencernos de que nuestra seguridad depende de ellos; dicho de otra forma, para nuestros dirigentes el miedo se convierte en su estrategia. El miedo es lo más fácil de manipular y ellos lo manejan muy bien.

EL USO POLÍTICO DEL ACRÓNIMO “MENA”

Nunca una palabra formada por la unión de letras de otras palabras fue tan usada políticamente. Lo que comenzó como un acrónimo del concepto de menores extranjeros no acompañados se ha convertido en una palabra peyorativa asociada a algo negativo, a algo ofensivo. Tal ha sido su uso en el discurso político y su relevancia en el panorama de enfrentamiento ideológico que la palabra MENA fue candidata a ser palabra del año para la Fundación del Español Urgente del BBVA.

Este asunto de los menores no acompañados se ha convertido en un arma política muy utilizada por todos los partidos políticos, pues todos, a un lado y a otro del arco parlamentario manosean esta cruda realidad para captar votos en su nicho electoral. Es una vergüenza que usen así este drama; lo vemos estos días con el decreto para el reparto de menores inmigrantes pactado por el Gobierno con Junts que ha reavivado el conflicto político y el uso espurio de estos menores para ello; unos como el PSOE para continuar en el poder, a pesar de que sea una total contradicción el defender valores socialistas de acogida y pactar, al mismo tiempo, asuntos migratorios con Junts. Otros como Junts para imponer y hacer valer sus ideas separatistas con el objetivo de ir arañando cada día más competencias al Estado. O como el Vox de Abascal, que a pesar de que sabe perfectamente que la única posibilidad legal de devolver un menor a su país consiste en primer lugar saber el lugar de procedencia y en segundo lugar la reagrupación familiar, con un estudio socioeducativo del menor, otro de la familia, y la voluntad libre y expresa del menor y de su familia, apuesta por su mensaje populista y usa este drama de personas para beneficio estratégico electoral a sabiendas que es imposible toda repatriación de menor no acompañado que no se realice en estas condiciones y por lo tanto será una expulsión ilegal. Y por último los intereses del PP que prefiere mejor hablar de inmigración que de la DANA y justifica de esta manera el pacto de Mazón con Vox para sacar adelante las cuentas regionales y seguir siendo presidente en una región de España que no le puede ni ver y de la que posiblemente se tenga que ir.

En el ámbito que me toca vivir su día a día, que es el de la Educación, hay mucho abandono escolar entre los niños tutelados de origen extranjero, porque tienen problemas con la lengua y con el nivel educativo de base. A mucho les cuesta adaptarse y no consiguen integrarse bien en los centros educativos y barrios donde viven, aunque entusiasmo no les falta y afortunadamente hay numerosas historias de éxito a pesar de la falta de conocimiento del español, de un nivel académico limitado, del desarraigo familiar, del aislamiento social una vez que llegan a España y de los duros procesos y trámites legales, en torno a la acogida y tutela que les dificultan su plena integración por la existencia de muchos impedimentos y de demasiadas trabas en el acceso a la documentación. Sin ningún género de duda el acceso a la educación es una de las mayores vías de inclusión y promoción social, la formación es un aspecto elemental a la hora de eliminar la exclusión social, por lo tanto educar en interculturalidad es un deber primordial.

El nivel de exposición a un grave riesgo de exclusión, de desamparo y a caer en manos de mafias que los utilicen para la delincuencia organizada y en redes de tráfico y trata de seres humanos con fines de explotación sexual o laboral valiéndose de su minoría de edad es muy elevado. Pero no se debe generalizar que todos vengan a delinquir, eso sí, el que lo haga y cometa delitos que lo pague. El problema más grave es que a los 18 años estos chicos acaban en la calle; esto provoca un riesgo alto para ellos y para la sociedad por su vulnerabilidad y porque acaban delinquiendo al no haberse integrado ni social ni laboralmente. Y es en esto donde se debería poner el acento y trabajar, en vez de hacerlo en la perversa e interesada discusión acerca de la distribución de los menas por territorios; no se trata de ver cuántos le tocan a cada autonomía, se trata de que España no puede seguir admitiendo inmigrantes ilegales y sus elevados costes económicos sociales de integrarlos. No se trata de aceptar toda la inmigración ilegal para captar votos, no se trata de vender humo con un populismo barato e hipócrita al proponer medidas y acciones imposibles e insostenibles como las que propone Vox. Necesitamos intervenir en las fronteras y en el origen, proponiendo un plan migratorio, con una serie de filtros que vayan dirigidos a la protección de la persona inmigrante, a poner fin a esas mafias que trafican con personas y por supuesto a la defensa de los intereses propios de nuestro país. Los centros de menores están masificados, no están dando una respuesta adecuada al problema y muchos abandonan estos centros echándose a la calle porque no cumplen con sus expectativas de una inserción en el mundo laboral. Es fundamental paralizar el negocio que hay con la inmigración y también con los menores no acompañados y con ese dinero que reciben las entidades organizadoras de gestionar las tutelas, porque esos fondos económicos y esas subvenciones han aumentado a un ritmo vertiginoso.

Es en todo esto en lo que se debería trabajar e ir más allá y dejar a un lado esas medidas y propuestas populistas como las que propone Abascal vociferando que “te los lleves a casa o enviarlos con sus padres y con su rey” y dejar a un lado el uso político del asunto de los menas y por supuesto empezar a trabajar de una forma efectiva en la búsqueda de soluciones al proceso migratorio en el que cada día que pasa es un problema más grave para España.

VÍCTIMAS DEL SISTEMA

He de confesarles que no me ha extrañado nada todo lo sucedido en el caso de la educadora social asesinada en Badajoz. Los que nos dedicamos a esto de la Educación y tratamos con jóvenes delincuentes sabemos que desde edades muy tempranas el sistema les deja de lado y campan a sus anchas. Uno no puede saber que puede suceder en el futuro con tus hijos pero sí sabemos que la única forma de evitar que tu hijo se “tuerza” es por un lado educar en el respeto, en el amor, y hacerlo con ejemplaridad y con autoridad; hemos pasado en muy poco tiempo del padre autoritario al padre colega que les permite todo, les consiente, les justifica y les exime de todo. Y por otro lado el sistema debería ser más efectivo y tendría que proteger a los menores en riesgo, rehabilitando a aquellos que han cometido algún delito y dando un soporte a las familias a las que les supera todo. En este caso de Badajoz se ha evidenciado la precariedad y la falta de protección de unos servicios sociales en los que cada vez se invierte menos y están más privatizados dejando todo en manos de empresas que atienden principalmente de una forma mercantil. Es vergonzoso lo poco que se invierte.

Las familias, los jóvenes presuntos asesinos, y María Belén Cortés Flor, asesinada el pasado domingo presuntamente por estos tres menores que cuidaba en el interior de un piso han sido otras víctimas, rehenes y sufridores más de un sistema insensible con los sentimientos y que en muchas ocasiones mira para otro lado. El padre pone el acento en la madre de sus hijos. “Hasta hace seis años, la custodia recayó en ella porque las leyes sesgadas e ideológicas están montadas para que sea la madre quien la tenga a pesar de no ser la adecuada para ello». Era drogadicta y denunció falsamente al padre, razón por la que la concedieron la guardia y custodia a ella a la vez que una pensión de 1.800 euros para sus tres hijos, que ella se gastaba, según detalla el padre, principalmente en droga, siendo un ejemplo nefasto para sus hijos. Al final otro juez, cuando el mal ya estaba hecho, le devolvió la custodia al padre. El padre lo tenía muy claro: «Mi hijo se convirtió en una víctima por las decisiones que ha ido tomando la administración, cada una peor que la otra. Nadie hizo nada con tanto absentismo escolar, ni con la guardia y custodia concedida a una madre inadecuada. Todo es un proceso que viene de largo en el tiempo. Debería estar encerrado hace mucho tiempo; es una locura que le hayan permitido regresar al piso donde ya había habido problemas y dejarlos solos con ella, y de donde se habían escapado tres veces; deberían haber estado en un régimen cerrado”.

Cada vez se entiende menos como se gestiona todo esto de los servicios sociales con menores y con la reinserción de jóvenes que cuentan con antecedentes por violencia. Cada vez se entiende menos la Ley del menor a la que tal vez le haga falta una revisión y repensar si hay que rebajar, en determinados casos, el límite de la inimputabilidad y poner remedio a estos cambios sociales actuales para dar respuesta a fenómenos nuevos, como la delincuencia en bandas organizadas, el acoso escolar y a la proliferación de conductas delictivas, cometidas por menores de 14 años. Cada vez se entiende menos el funcionamiento y la decisión de internamiento en régimen cerrado, semiabierto y abierto. Cada vez se entiende menos la organización de la libertad vigilada y el control de la prohibición de aproximación o de comunicación con la víctima o el de la convivencia con otra persona, familia o grupo educativo de estos jóvenes, o el de las prestaciones en beneficio de la comunidad y la realización de tareas socioeducativas. O del proceso de evaluación del menor tras cometer un delito, proceso que comienza con la investigación del Fiscal de Menores, quien ordena diversas diligencias, incluyendo la exploración del menor en presencia de su representante legal y abogado. O de la cantidad de carpetas y carpetas que se acumulan allí por falta de personal con los expedientes e informes técnicos sobre sus circunstancias personales y familiares muy alarmantes.

Tampoco se entiende el uso fraudulento de la ley injusta y discriminatoria de “Violencia de género” que potencia la aparición de denuncias falsas para conseguir la guardia y custodia de los hijos y evitar que se le otorgue al padre la guardia y custodia compartida. Estas denuncias suponen la muerte judicial del padre y son usadas con el fin de apartar a los hijos del progenitor padre, muchas veces por herramienta de venganza. Se premia en la Justicia a las mujeres que separan a padres e hijos con denuncias falsas. No se respeta el derecho fundamental de la presunción de inocencia. Esta simulación de delito es una estafa procesal que debería ser penada y perseguida.

El sistema tiene grietas por todos los lados, el educativo, el social, el jurídico, el familiar, se mira demasiado a otro lado y hay demasiada dejadez. Es necesario y oportuno hacer un balance de las carencias y aciertos, pues los datos cada día revelan que hay un aumento de delitos graves de menores que causan gran preocupación y alarma social. O se proponen cambios y mejoras de carácter técnico, legal y político para asegurar el óptimo funcionamiento del sistema hoy vigente y para que la respuesta sancionadora, social y reeducativa sea más eficaz y adecuada para cada caso concreto o se extenderán más los delitos graves cometidos por menores delincuentes.

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