La política es el proceso de tomar decisiones para resolver los problemas que surgen en la convivencia colectiva. Debería ser una herramienta para conseguir el bien común y se ha convertido en uno de los principales problemas de nuestro modelo democrático. Es paradójico que aquellos a quienes la sociedad designa para solucionar los problemas y regir los destinos del país o de la ciudad, se conviertan no en problema, sino en problema principal. Muchos españoles creen que los políticos somos el problema y nos perciben como una clase endogámica, elitista que viven más preocupados de sus intereses particulares y de dar solución a los problemas de poder, que de preocuparse de sus representados, que son los que nos pusieron ahí.
No les falta razón pues la tendencia de la Política a fagocitar cualquier área o ámbitos de actuación de nuestra vida cotidiana es muy grande. No tenemos suficiente con nuestro medio de vida natural: Ayuntamientos, Diputaciones, Parlamentos, Administraciones, que pretendemos conquistar y fagocitar otros territorios y esferas que no nos corresponden como la banca, la justicia, los medios de comunicación, la conservación natural entre otros muchos. Y todo amparado y legitimado en la falsa excusa de haber sido elegidos representantes públicos. La política debería ser la solución y cada vez es más el problema.
Hoy se ha hecho público la cancelación del II Congreso de Conservación Activa en memoria de Félix Rodríguez de la Fuente que se iba a celebrar del del 12 al 15 de marzo en la localidad guadalajareña de Cogolludo, aquí en Guadalajara. Este Congreso fue presentado por el consejero de Desarrollo Sostenible hace tan solo unas semanas en Fitur como un “importantísimo evento que pondrá nuestra Sierra Norte de Guadalajara en el centro del sector de la naturaleza, dejando clara la apuesta del Gobierno regional por la conservación de la biodiversidad y del medioambiente en los espacios protegidos de Castilla La Mancha”. A Escudero le acompañaron el presidente de la Diputación de Guadalajara, José Luis Vega; el alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, además del viceconsejero de Medio Ambiente Fernando Marchán, la directora general de Turismo, Ana Isabel Fernández Samper y el delejado de la Junta de Comunidades en Guadalajara, Eusebio Robles.
Hoy, pocas o ningunas aclaraciones tendrán ustedes de las razones de la cancelación de este evento, que hubiese creado no solo riqueza y economía para la provincia, impulsando y promocionando la provincia de Guadalajara como destino turístico para que sea de mayor atractivo regional, nacional e incluso internacional y potenciando todos los recursos turísticos, sobre todo en el aspecto de Naturaleza y biodiversidad, sino también homenajeado al gran Félix y permitiendo a Guadalajara ser un nombre en el conservacionismo español de especies tan importantes como el lobo ibérico.
Hoy solo encontrarán un breve comunicado de la organización eximiendo de responsabilidades a los políticos y agradecido a estos el apoyo y el trabajo realizado por todos y cada uno de sus representantes. En esa breve nota también podrán leer las disculpas de los organizadores por los malos entendidos suscitados por la posible asistencia al congreso de la primatóloga Jane Goodall y que al final no acudiría, porque tan solo dijo que intentaría acudir pero nunca confirmó del todo su presencia.
Según ellos la empresa contratada para diseñar la web del congreso publicó en pruebas el programa, que incluía a la propia Goodall como madrina del mismo y esto lo aprovechó la conocida asociación Lobo Marley para arremeter contra este Congreso de una forma beligerante, matona y amenazante, como solo ellos lo saben hacer, generando miedo y con mentiras.
Conozco bien esa asociación, fui miembro fundador y secretario de ella. Lo fui hasta el justo momento en el que descubrí y me enfrenté a las verdaderas razones espurias con las que algunos miembros de esta asociación (actuales dirigentes) querían fecundar el manifiesto fundacional de esta organización. Estos falsos conservacionistas que quieren vivir del conflicto del lobo y que paradójicamente, de una forma muy subterránea potencian el conflicto conservacionistas- ganaderos mienten en torno a la verdadera esencia de las propuestas de acciones concretas que proponen para poner fin a este conflicto tan enquistado del lobo.
Este conflicto es una mentira que ellos mismos llevan alimentándolo mucho tiempo; y lo hacen porque es su forma de vida, por conveniencias personales, negocios y mercadeo. Viven de este conflicto y tratan de demonizar todo lo que hay en torno a este animal para sacar tajada mediática y económica del asunto. Tras la guerra de esta especie, icono del conservacionismo y proteccionismo español y su defensa se esconden interés muy espurios y un plan tejido desde el corazón del lobby del proteccionismo y animalismo más rancio, interesado y radical que se puedan imaginar. Ellos conocen perfectamente que la protección del lobo en España no acarreará, ni significará su conservación absoluta, sino todo lo contrario, será la guerra más cruel y más sangrienta que pueda desencadenarse en torno a todos los sectores directamente relacionados con este asunto.
Lobo Marley representa muy bien en España a esa figura del falso conservacionista radicalizado con la defensa de un animal. Ellos han sido capaces a través de sus mentiras y de su carga ideológica y política frenar este Congreso. Ellos representan los más duro y rancio de este lobby vegano-animalista que viene a imponernos como hemos de vestir, como hemos de comer y que las tradiciones que tenemos que cuidar y mantener. Vienen con odio y mentiras a coartarnos nuestras libertades, a imponernos su pensamiento único ambientalista.
La mala gestión de los organizadores, el miedo, la cobardía y los intereses partidistas de nuestros políticos del PSOE de Castilla la Mancha y de Guadalajara y de su compañeros de cama, los totalitarios de Podemos, han impedido que esta propuesta tan enriquecedora para Guadalajara se pueda desarrollar. Han impedido que los guadalajareños conociésemos a este emblemático animal que tantos amores y odios despierta. Han impedido que nos puedan mostrar la realidad del conflicto del lobo; vista de una forma holística e interdisciplinar, de manera científica; por una lado con datos y hechos reales de la mano de especialistas en este cánido y por otro de los ganaderos, conservacionistas y políticos. Han impedido que tengamos una base sólida sobre la realidad de este animal y su conflicto. Han impedido que en este Congreso se pudiesen diseñar, conocer y aplicar métodos de prevención de daños a la ganadería con el objetivo de mejorar la coexistencia entre el lobo y el hombre. Nos han impedido aprender más sobre este animal tan emblemático a través de aspectos como la biología, etología, distribución, población actual y gestión con los sectores implicados. Nos han impedido poder disminuir el rechazo social a esta especie y en ayudar a los ganaderos para enfrentarse a los ataques de lobo y a la gestión de sus indemnizaciones. Esto es todo lo que han impedido.