por AntonioDeMiguelAnton | May 9, 2025 | Opinión, Política
Seis meses después de aquella trágica tarde del 29 de octubre, cuando una lengua de agua y barro arrasaba una gran parte de Valencia, sigo teniendo en mi mente esas imágenes de devastación y recordando día tras día las palabras que me dijo José entre lágrimas, un octogenario de Torrent al que el agua se le había llevado todo y que vino a pedirme un cepillo y una fregona: “esto va para largo, por favor no nos olvidéis pronto”. En aquellos días tras la catástrofe uno de los temores de los afectados ya era el de ser olvidados.
Esa inundación arrasó todo cuanto encontró a su paso, se llevó casas, puentes, calles, vehículos, locales, fábricas y lo que es peor 227 vidas y la ilusión, la alegría y las ganas de vivir de muchos de sus familiares que a día de hoy siguen sufriendo muchas secuelas del desastre, al igual que los miles de personas que no han recuperado aún la vida anterior a la riada, ni sus hogares ni su trabajo. Estefanía es una de ellas; es imposible escucharla aún hoy y no llorar cuando te cuenta el dolor sentido al perderlo todo en cuestiones de minutos, en la que sus pertenencias se quedaron bajo el agua, sus recuerdos destruidos, su casa perdida y lo que es peor su tremenda lucha a día de hoy para intentar recuperar su hogar, su vida, la verdad y la justicia. Al igual que la de muchos de sus vecinos que han tenido que decir adiós definitivamente a sus antiguos hogares, mientras que otros siguen aún a la espera de avanzar con los trámites y con los trabajos para recuperarlos.
Es intolerable que seis meses después de lo acontecido las administraciones públicas y nuestros gestores políticos no hayan puesto todo su esfuerzo, tiempo y recursos humanos, económicos, materiales, legales, burocráticos para que los habitantes de las poblaciones afectadas puedan recuperar sus vidas. Es inmoral que cientos de afectados por la Dana con pagos pendientes a financieras están siendo incluidos en listas de morosos e incluso casos que habiendo pagado quedan eliminados de poder recibir ayudas porque tardan casi dos meses en ser eliminados de esas listas. Es inadmisible que miles de ascensores estén sin reparar y en consecuencia muchas personas ancianas, o con movilidad reducida, sigan sin poder salir a la calle porque no tienen manera de bajar y ni tan siquiera de ir al médico. Es insoportable ver que aún queda mucho para reparar los daños ocasionados en viviendas y para avanzar con los trámites y con los trabajos para recuperar sus casas, en el caso de que no la hayan perdido para siempre.
Es inaguantable ver como muchos garajes subterráneos, que fueron muy dañados por la riada y que tanto costó sacar el barro, ahora no pueden ser rehabilitados porque muchas comunidades no pueden afrontar el elevado coste para hacerlo. Es ultrajante que seis meses después el tejido económico y empresarial valenciano aún estén sin levantar la persiana o en una fase de recuperación retrasada por las lentas gestiones en las peticiones de ayuda y en las compensaciones del Consorcio o de las administraciones. Es abominable que muchas familias sigan viviendo de alquiler porque no arrancan las gestiones para recuperar sus viviendas o no tengan dinero para sufragar esos gastos y viven con las ventanas rotas, sin apenas muebles ni electrodomésticos en algo muy poco parecido a un hogar.
España no sabe gestionar las ayudas en las catástrofes y o les pilla el toro a la hora de enfrentarse a situaciones extremas o aparecen intereses y conveniencias espurias para que esas ayudas no lleguen de forma directa a los interesados. Y les hablo por experiencia directa y vivida muy recientemente para una ayuda solidaria y humanitaria que iba a ir destinada directamente a Estefanía y a su familia por parte de una administración guadalajareña y que ésta la paralizó por intereses muy difíciles de entender para el común de los normales. En este país la burocracia, la ideología y la política está impidiendo que muchas ayudas directas lleguen y que además lo hagan a tiempo para “dar juego” a quienes las necesitan urgentemente.
por AntonioDeMiguelAnton | May 4, 2025 | Opinión, Política
Me mandaba un amigo muy indignado, el pasado 1 de mayo, una foto de numerosos políticos del PSOE en Guadalajara posando en la manifestación por el día del trabajador. Entendí al instante su cabreo e irritación; todos los 1 de mayo, numerosos políticos y liberados sindicales deciden echarse a las calles y liderar las movilizaciones convocadas por los sindicatos. Todos ellos reclamaban más derechos, mejores condiciones para los trabajadores, pero es muy difícil comprender por el común de los trabajadores el motivo de las quejas de estos ilustres personajes con escasa experiencia laboral en el sector privado, por no decir nula, que disfrutan durante una larga vida laboral de puestos suculentos que les han llegado a muchos de forma directa por ser cargo en el partido o por ser elementos periféricos o familiares del partido.
En este país de tanta confrontación política hay algo que les une a políticos de izquierdas, de centro, de derechas y de “extremas derechas e izquierdas”; a los partidos del viejo sistema o a los partidos nuevos que presumen de venir a transformar el sistema pero ya nacen con esos viejos tics de querer vivir de la política, servirse de ella y de su afición e intención de colocar al hermano a la primera de cambio; y ellos a reengancharse a la suculenta vida política o en empresas energéticas y de comunicación tras dejar el cargo. La lista de enchufados y de nepotismo en España sigue creciendo mientras la factura eléctrica se dispara y la calidad del servicio ya lo estamos viendo.
¡No me extraña que luego haya burlas, enfados, criticas, gritos y pitadas a los políticos, a sus partidos y a sus sindicatos! Como le dije a mi amigo, la mayoría de estos «trabajadores» viven de cargos políticos directos o periféricos y no baja ninguno de los 70.000 € pagados de nuestros impuestos y sin ningún tipo de control de acceso más allá del ideológicos y de la sumisión y servidumbre al partido de turno y a sus élites. No han trabajado en otra cosa que no haya sido vinculado a la política y sus garbanzos los seguirán pagando, en muchas ocasiones, de puestos vinculados a ella.
Y como ejemplo reciente de todo ello lo tenemos con lo que ha ocurrido con la contratación del hijo menor del presidente del Tribunal Constitucional por parte de Telefónica; no puede describirse de otra manera que como un escándalo institucional y un evidente caso de nepotismo corporativo-político. La Telefónica de Sánchez ha fichado como directivo al hijo pequeño de Conde-Pumpido para colocar a otro afín mas al PSOE al frente del gigante de las telecomunicaciones. El cargo y el sueldo no es cualquier cosa, el chaval ha pasado a ser gerente y analista jefe de Políticas Públicas, Competencia y Asuntos Regulatorios; con apenas treinta años y una trayectoria profesional muy limitada; el hijo ha logrado acceder a un puesto privilegiado de 100.000 euros anuales a los que se suman distintos bonus, beneficios laborales, cheques comida, plaza de garaje y un plan de pensiones y que, según un organigrama interno se sitúa tan sólo a dos escalones del propio presidente del gigante de las telecomunicaciones. Por lo visto Sánchez quiere controlar y poner fin a la autonomía de la principal operadora y por supuesto marcar la linea editorial de la producción de sus contenidos audiovisuales. ¿Cuántos hijos de Telefónica habrá?
Pero lo más grotesco, burdo e insultante de todo es que salga ahora su padre diciendo que «le gustaría que su trabajo como presidente del Tribunal Constitucional no le afectase a su hijo». Este tipo de nombramientos no solo ofenden al sentido común y la meritocracia, sino que erosionan gravemente la confianza ciudadana en las instituciones, en la política y en las grandes empresas estratégicas españolas. ¿Puede Telefónica justificar ante sus accionistas y la opinión pública una elección tan descaradamente dirigida? ¿Dónde está el consejo de administración? ¿Dónde la mínima exigencia ética?
Colocar a sus amiguetes y a sus familiares allegados de altos cargos en posiciones clave, mientras miles de profesionales cualificados se ven obligados a emigrar o malvivir en la precariedad, no solo es inmoral, es una traición al modelo de esfuerzo, al mérito, a nuestro país y a todos los españoles que nos hemos ganado un puesto de trabajo con el esfuerzo de nuestras manos y de nuestros codos. Vivimos tristemente en una cleptocracia decadente donde se rinde pleitesía a quienes reparten favores desde las alturas y donde el robo y la apropiación ilícita de recursos públicos por parte de una gran parte de nuestros gobernantes y sus allegados es el día a día.
por AntonioDeMiguelAnton | Abr 26, 2025 | Opinión, Política
El pasado viernes se aprobaba en el Pleno de Guadalajara una modificación de crédito para realizar una transferencia de 8.000 euros al Ayuntamiento de Sueca en Valencia, para que nuestra ciudad sea sede de la semifinal del Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca. El Concejal de turismo del Ayuntamiento de Guadalajara considera que esta es su primera iniciativa en dos años y que es lo mejor que puede ofertar para promocionar nuestra ciudad y dar a conocer las diversas opciones culturales, históricas, patrimoniales, gastronómicas y artesanales de nuestra ciudad.
En el acto protocolario de la firma del contrato entre ambos Ayuntamientos explicaba el concejal de Guadalajara con cierta parquedad, sin sentido y sin fluidez verbal que «nosotros, en Guadalajara, somos más de carne y de pescado», que «el arroz es sabroso y que a todo el mundo le gusta” para legitimar, dar utilidad y credibilidad a su sinsentido de propuesta y de decisión turística para Guadalajara, tomada unilateralmente y que nos costará un buen “dinerito” a los guadalajareños para su realización y para proporcionar toda la infraestructura necesaria, además de los 8.000 euros pagados a otra administración.
En turismo, en mi opinión, debería aplicarse el principio de “la unión hace la fuerza” y tener en cuenta las opiniones, los intereses, las propuestas y las necesidades de todos los actores. Para ello hay que crear un espacio de conocimiento y colaboración entre administraciones, empresarios, asociaciones y población guadalajareña. De esa forma obtendremos ideas de calidad para enriquecer y hacer mejor el sector turístico en nuestra ciudad y para mostrar nuestra historia, nuestras tradiciones y nuestra cultura tan arraigada y de esa forma construir una imagen fuerte de cara al viajero generándole emociones y experiencias únicas y valiosas. Es fundamental crear experiencias turísticas auténticas y atractivas que resalten la identidad cultural y gastronómica de la ciudad; esto implica diversificar la oferta turística, promocionar la gastronomía local y los productos artesanales, y ofrecer servicios de calidad a los visitantes.
Todas estas estrategias para potenciar el turismo con los productos de Guadalajara están recogidos en un Plan Estratégico de Turismo de Guadalajara que se elaboró en el año 2022 y que nos costó un pico a los guadalajareños. Ahí quedan recogidas las líneas a seguir desde el ámbito del turismo de una forma muy detallada en aspectos de como diversificar la oferta turística creando eventos con tradición e identidad local, en como impulsar los productos locales con experiencias únicas y auténticas para promocionar, entre otros la gastronomía, la cultura y los productos guadalajareños, promoviendo la gastronomía tradicional de Guadalajara.
¿Exigen los partidos políticos internamente que sus cargos institucionales que gobiernan estén preparados debidamente, profesional y técnicamente para la labor de gestión que van a desarrollar?
¿Deben nuestros gobernantes disponer de competencias acreditadas para el manejo y dirección de los asuntos públicos concretos que administran?
¿Reclaman los ciudadanos a los políticos un razonable nivel profesional para la realización de políticas públicas concretas?
Cada vez que hay un incidente o un problema grave en España, los gestores políticos públicos fracasan y eso ocurre porque los partidos políticos se han transformado en maquinarias de poder formados por estructuras clientelares en los que el modelo de éxito premia la sumisión y el sometimiento al líder de sus miembros, más que la preparación, la experiencia, la formación y la eficiencia en un determinado ámbito. Los perfiles son cada día más mediocres porque todo el esfuerzo de sus élites se concentra en ganar el poder, en conservarlo y expandirlo, contando para ello con un ejército de leales y sumisos militantes. Como consecuencia, al descuidar estos aspectos y al exigirles a estos cargos únicamente lealtad al partido y sumisión al jefe, cuando tienen que tomar decisiones delicadas y de gran importancia para los ciudadanos los hacen mal y tarde, cometiendo fallos garrafales en los momentos decisivos, planificando mal y representando ridículamente a nuestra ciudad o país; sin saber ni siquiera expresarse debidamente ni leer con la debida entonación lo que les ha escrito el asesor de turno. No se les exige ni titulación, ni idiomas, ni capacidad de liderazgo, ni oratoria, ni expresión escrita, ni informática, ni conocimientos técnicos, ni humanidades; nada. Tan solo tienen que mirar la formación académica y profesional de algunos concejales en el Ayuntamiento de Guadalajara.
Tenemos que ser más exigentes con nuestros políticos, sobre todo con los que nos gobiernan y con los que toman decisiones con nuestro dinero y en situaciones muy delicadas como en el caso de la consejera valenciana Salomé Pradas que fue consejera de Justicia e Interior de la Generalidad valenciana, puesto que dejó tras el desastre del barranco del Poyo, al reconocer y poner de manifiesto que no estaba preparada para ser responsable de un departamento en materia de emergencias. ¡Menuda irresponsabilidad! ¿Verdad?; la misma o parecida a la de quien pone al señor Morejón para dirigir la Concejalía de Turismo, Comercio, Mercados y casco histórico y a tantos otros.
por AntonioDeMiguelAnton | Abr 21, 2025 | Espiritualidad, Opinión, Política
He pasado esta semana en Málaga; tenía una cita y un compromiso allí ineludible en esta Semana Santa en la que el sol, el ambiente, el atractivo cultural, el rigor y la sobriedad de los tronos malagueños me han acompañado durante gran parte de estos días festivos. Me ha impresionado ver la multitud de gente que sale a la calle y la cantidad de dinero que mueve la industria cofrade generando cuarenta millones de impacto económico y un impacto económico global en torno a los 400 millones de euros; la Semana Santa, más allá de religiosidad popular, de identidad, de devoción y de cohesión social es un pulmón económico para Málaga.
Uno de los momentos que más expectación crea es el desembarco de la Legión, en el que se une la tradición militar con el sentimiento religioso del pueblo malagueño. Es un momento clave y emotivo que más pasión despierta de la Semana Santa malagueña, en el que los legionarios al desembarcar van en busca del Cristo de Mena para su entronización y en el que sale a hombros de los caballeros legionarios para su posterior participación en el cortejo procesional de la tarde. Pero he de confesarles que este año, en las calles de Málaga, no se hablaba de otra cosa que de las declaraciones de Antonio Banderas respecto a las críticas del recorrido, a su visibilidad, a su seguridad y a la movilidad: “Habría que repensar la forma en la que la gente pueda ver las procesiones a pie de calle” dijo el actor en el acto de entronización. “La Semana Santa es pueblo, si no existe ese pueblo, no hay Semana Santa. Cuando termina el recorrido oficial yo me echo a la calle. A mí donde me gusta ver las procesiones es en las esquinas, verlas mezcladas con la gente y a pie de calle, que es donde realmente se disfruta”.
Antonio Banderas fue bandera de los malagueños he hizo valientemente una clara crítica al sistema de abonos y palcos y a que cada vez se disponen de menos espacios para poder ver las procesiones, debido a la colocación de más gradas, sillas y vallas, e incluso de calles cerradas; incluso criticó el privilegio que tienen numerosas autoridades para acceder a sitios de privilegio. Nunca se debe romper el espíritu y la esencia de nuestras tradiciones, no debe de haber privilegios ni privilegiados en estos tipos de actos populares tan especiales. Han de ser populares y hay que evitar caer en el clasismo y en el mero negocio de algunos. Modernizar las cosas no debe traer romper con la popularidad y con que sean asequibles; en Málaga y en cualquier ciudad de España.
Escribiendo estas últimas líneas salta la noticia de que el Papa Francisco acaba de fallecer. Descanse en Paz; mis oraciones, cariño, respeto y agradecimiento para él.
por AntonioDeMiguelAnton | Abr 7, 2025 | Educación, Opinión, Política
La Universidad es una institución que tiene que buscar la verdad a través de la investigación. Tiene que tratar de enseñar a investigar y generar ciudadanos libres con una visión crítica y holística. El modelo de institución universitaria que tenemos por lo general es muy parecido al de una empresa y en muchas ocasiones dejan de lado ser una institución que sea un paradigma del interés social que busque el aumento del conocimiento. Estas fueron, entre otras, algunas reflexiones a las que la semana pasada llegamos un grupo de profesores tomando un café en la sala de profesores en relación con la controversia generada por Pedro Sánchez por el asunto de las universidades.
Una gran mayoría de alumnos nos suelen preguntar sobre qué tiene más ventajas, si estudiar Formación Profesional o Universidad. A la FP tradicionalmente le han rodeado muchos prejuicios y la idea de que los estudiantes con buenas notas deben seguir sus estudios en la universidad, mientras que la Formación Profesional estaba dirigida a los alumnos con notas más bajas. La realidad es que el número de matriculados en Formación Profesional va creciendo debido a su amplia oferta y su alto y rápido nivel de empleabilidad de estos ciclos formativos que en pocos años te abre muchas puertas del mercado laboral. Poco a poco se van rompiendo los prejuicios de considerar más prestigiosos los estudios universitarios y aunque sigue muy disparada la población española con estudios superiores que accede a la universidad esto no se traduce en que haya más conocimiento, sabiduría y empleabilidad. El mayor problema que tiene España es que a pesar de tener más estudios hay un bajo nivel competencial.
Los políticos han metido las garras en la Universidad y la utilizan para sus fines. Están siendo muy irresponsables y juegan a diario con su prestigio y con su finalidad. Además la usan como arma arrojadiza y como cortina de humo como hemos podido comprobar la semana pasada. En vez de preocuparse de poner remedio a sus grandes problemas como el déficit de la financiación y una nueva legislación para entre otras cosas mejorar el profesorado y la excelencia docente y de infraestructuras, garantizar la calidad académica, la formación del profesorado y la investigación se dedican a usarla como herramienta de confrontación política y de ideologización, como es el caso del nuevo pulso político que Pedro Sánchez ha echado a las comunidades autónomas al anunciar un cambio radical en la normativa que regula la creación de universidades en España para imponer criterios más exigentes para autorizar la apertura de nuevos centros, tanto públicos como privados; sin embargo, la medida afectará, en la práctica, solo a iniciativas privadas y sobre todo madrileñas.
Sánchez está obsesionado con poner freno al crecimiento del sector privado sobre todo donde gobierna el Partido Popular y llega a etiquetarlos de “chiringuitos”. Nadie como él y muchos miembros de su gobierno conocen a fondo este asunto pues obtuvieron sus títulos universitarios en este tipo de centros privados. Él que trasladó su tesis de una universidad pública a una privada para que fuera evaluada por un tribunal muy afín para que sacara adelante con carácter de urgencia una tesis copiada, que ni siquiera se había leído y que fue redactada, además, por otra persona. Nadie como él y su mujer con experiencia propia vivida para opinar sobre ello. Pero aquí todo sigue igual, sin dimisiones, sin caras coloradas y sin pagos políticos. ¡Hasta dónde llega el cuajo de nuestros políticos!
Ellos, los políticos, nos tratan como niños, tal vez aprovechándose de nuestra inmadurez como sociedad y de nuestro “dejar hacer”. Esa es la razón del resurgimiento de políticas primarias y simplistas como las que vivimos en estos tiempos en las que hay mucha agresividad, mucho ruido y sobre todo mucho liderazgo basado en la soberbia, el matonismo y la toma de decisiones unilaterales del faraón del partido o del macho o hembra alfa de la manada dejando de lado el consenso, la negociación y la puesta en común por un caudillaje, una agresividad y una imposición de las ideas al estilo más totalitario de épocas pasadas. La política de convencer con la palabra, del discurso, de la reflexión, de la negociación, de lo institucional y del conocimiento ha dado paso a la política de las represalias, de la confrontación, del tuit fácil mediático y destructivo, de la impulsividad, del gamberrismo y de la inmediatez más propia de políticos inmaduros que de líderes serios y constructivos. Esa es la tendencia de nuestros líderes políticos y el trato que nos dan.
Por tanto es importante, ante los ataques que está sufriendo la Universidad, reivindicar la importancia del saber y del conocimiento. Es indispensable luchar por la libertad en la Educación y evitar cualquier situación que intente romper con ella. Debemos impulsar una Universidad emprendedora, en la que empresa, Universidad, tecnología e investigación vayan de la mano. Cualquier Universidad moderna debería estar libre de amenazas y presiones. La Universidad y cualquier centro educativo son comunidades pluralistas, son lugares de debate continuo. Deben de resistir a esta coerción y represiones. Urge transformar la Universidad y elaborar un plan de estrategia y compromiso para la mejora en su gobierno, de su gestión económica, en los criterios de acceso de su profesorado, en los becarios, en las cátedras, en la elección del Decano, del Rector, en sus sindicatos estudiantiles.