PEÑALARA

¿Eres tú, Guadarrama, viejo amigo,
la sierra gris y blanca,
la sierra de mis tardes madrileñas
que yo veía en el azul pintada?
Por tus barrancos hondos
y por tus cumbres agrias,
mil Guadarramas y mil soles vienen,
cabalgando conmigo, a tus entrañas…
…¡A la luna clara, canchos de granito, donde bate el agua!
¡A la luna llena! Guadarrama pule las uñas de piedra.
Por aquí fue España. Llamaban Castilla a unas tierras altas…
( Antonio Machado/Camino de Valsaín/Campos de Castilla/Apuntes de Sierra)

He pasado el dia de hoy en Peñalara. Sol y nieve en la montaña son sinónimo de riesgos de aludes. Las rupturas de las cornisas, en estos ventisqueros, es una de las principales causas de estos movimientos de nieve. Unido a estos riesgos, Peñalara presenta numerosas grietas, lo que hace de este techo de la Sierra de Guadarrama -en estos días primaverales- un lugar muy peligroso, si no se sabe por dónde se camina. En ocasiones, no somos conscientes de que estamos en zonas peligrosas, en los que la fractura de una placa puede ocurrir bajo tus pies y engullirte para sus adentros. ¡Lo inconscientes que podemos llegar a ser solo por ir a curiosear o por hacer una foto para luego twitearla!

La montaña siempre me permitió conocerme mejor. Pasamos demasiado tiempo mirando a los demás y no nos vemos a nosotros mismos. Allí estás solo, con tus silencios, con tus miedos, con tus… y claro…
Siento mucho que esta semana, sea tan pequeñita esta “Gota de agua”. Vivir con riesgos de desprendimiento de cornisa o vivir con miedo a ser tragado por una grieta, me tiene agotado. Y es que últimamente, en este país, ya no vale avisar gritando ¡Alud!, ya no vale avisar gritando ¡Grieta!, ya no vale avisar gritando ¡Piedra! Los montañeros de este país, han decidido acercarse a la cornisa a echar la foto y colgarla en Twitter. Y eso les confieso que además de enfadarme, me crea impotencia.

Posdata: Me gusta conocer lo que piensa un sabio de otro sabio. Antonio Machado le dedicó estas palabras a Ignacio Bolívar y Urrutia, uno de los mejores Biólogos y entomólogos que hemos tenido en este país. Desarrolló gran parte de su actividad científica en la Sierra de Guadarrama, por su situación geográfica, por su biodiversidad, porque era un espacio muy querido para él y por su cercanía a la capital. Muchos insectos tienen el nombre d este científico. Fue director del museo de las Ciencias de la Naturaleza en Madrid.

“Insigne Bolívar, cazando saltamontes a sus setenta años, con general asombro de las águilas, los buitres y los alcotanes de la cordillera carpetovetónica”.
…Y es que los años no importan cuando queda tanto por hacer.

SACUDIR CONCIENCIAS

Cuando era niño, escalaba una montaña y hacia cumbre; tenía la sensación que allí no había llegado nadie, que era el primero en pisar ese suelo, en tener esa vista. Aún hoy sigue pasándome; hay momentos, en los que siento que llego a lugares, donde otros aún no han llegado, a cimas que aún no han alcanzado, a visiones que aún no han tomado. Llegarán, claro, llegarán; al menos eso creo, pues vienen a su ritmo. Os confieso que esa espera me crea soledad.

Estamos poco acostumbrados a insistir en las cosas, nos damos por vencidos fácilmente. Enseguida pensamos que no hay nada que hacer, que no se puede cambiar, que fue y será así toda la vida. ¿Por qué no insistimos más? No podemos darnos por vencidos tan fácilmente, sobre todo en las cosas importantes.
Hoy me ha tocado remover conciencias; últimamente lo tengo que hacer a menudo, tal vez este aquí para eso. El mundo de la educación está agotado, anda apagado, sin ganas, muy fatigado, con claros síntomas de debilidad y con claros signos de irritabilidad y de insuficiencia de ideas. Este déficit en el que vive, está provocando que muchos maestros caigan en un pasotismo, en un pesimismo y en una dejadez, que empieza a resultarme alarmante.

Creo que es necesario aprender otras formas de pensar, para enseñar otras formas de aprender. Hay que buscar alternativas cuando nos dicen que esta es la única salida que hay. Hay que adquirir el hábito de pensar críticamente, de reflexionar. Pensamos y actuamos impulsiva e irreflexivamente. Nuestra conducta suele ser impetuosa y arrebatada. Estamos poco acostumbrados, en el mundo actual, a vivir pensando críticamente y es una verdadera necesidad, en estos tiempos, hacerlo.

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