YA NO VEO MARIPOSAS

20200410_195511 (1)Me contaba ayer una amiga médico que esta primavera no consigue ver mariposas por ningún lado. Ella se encuentra en estos días manteniendo una estrecha relación con la muerte, coqueteando diariamente con ella como lo hace un camicace al ser lanzado suicidamente cargado de explosivos.

La banalización de la muerte en estos días -le comentaba a mi amiga- está rompiendo todos los principios morales más absolutos, como es el derecho a la vida. Si estos se pierden por banalización o por ignorancia para abrir atajos y soluciones de altísimo riesgo entonces entramos en un drama en el que perdemos la dignidad y la humanidad. Esta masacre silenciosa como la que están haciendo con nuestros mayores, este caos y aberración en el que se están condenando a una muerte segura a nuestros abuelos, este silencio, esta pasividad, esta connivencia, este vivir anestesiado y esta permisividad con la que se está normalizando por parte de determinados sectores no dice nada bueno de hacia donde vamos como sociedad. Y mi temor más grande va más allá -le explicaba a mi amiga- mi temor es pensar que pasados unos días, unos meses nos olvidemos de todo esto, de como hemos dejado atrás a nuestros abuelos, a su memoria, a su dignidad y no cambie nada. Se hace imprescindible en este momento de mi relato dar un abrazo con el alma a los hijos y nietos que han perdido a su padres, a sus madres o a sus abuelos. No hay unas vidas que valen mas que otras. A nuestros abuelos les debemos todo y hay que luchar por su vida.

Le comentaba a mi amiga que a mi me tocó muy joven coquetear con la muerte de un ser querido para mi: la muerte de mi madre. Yo entonces aún era muy niño y ella lo era todo para mí: mi educación, mi disciplina, mi diversión, mi entretenimiento, mi defensa, mi vida. Siempre, a su lado, me alimentaba la certeza de que siempre podría contar con un regazo acogedor en las batallas de la vida. Era aún dependencia, yo tan solo era un quinceañero, cuando ella murió. Con su ausencia me quedé profundamente roto en mi necesidad afectiva y tengo que reconocer que, si antes de su muerte nunca había experimentado soledad, después de ello, esa soledad afectiva sí que me ha mordido con una cierta asiduidad. Sin embargo -le confesaba a mi amiga- que esos rotos de soledad fueron remendados por otros seres que se encargaron de zurcir ese descosido tan tempranero y aunque el amor, dedicación, ímpetu y salero de una madre es insustituible, la vida te acompaña de otras personas que pueden hacer muy bien de costureras y pueden remendar la perdida de los numerosos seres queridos que puedes perder a lo largo de una vida.

Durante esta conversación con mi amiga y al hilo de “esas otras personas que llegan a tu vida a zurcir descosidos” me contaba que una vez más había tenido que recoger sus pedazos y rearmarse de nuevo. Me comentaba que cada vez que baja a las cloacas de la mente humana siente que lo hace con menos dolor y que le hace más fuerte. Piensa incluso que de seguir así, podría endurecerle al punto que pueda hacerla perder la sensibilidad y la esperanzar por creer en la posibilidad de confiar y amar a la especie humana.

Ella además está pasando por una ruptura de pareja, por la que le decía, que ahora es mejor no preocuparse demasiado pues lo que llega es por algo y lo que se va también. Pero ella sufre doblemente, no es de las que se entrega a medias, es de entregarse por completo, no se da a la mitad en nada. “Nunca seré un medio amor. O soy todo o no soy nada” me decía entre lagrimas. ¡Y que razón lleva!

A veces es necesario que la vida nos sacuda así de fuerte para darnos cuenta que el tiempo que nos queda no es para malgastarlo, que está para comprometerse de verdad. Al final te das cuenta que te tienes que entregar a quien y a lo que es de verdad, a lo autentico, a lo que es pleno, a lo que merece la pena, a quien sepa acariciar tu mente, tu corazón, tu piel y tu alma.

Entendí tras la conversación con mi amiga que no puedes, no debes estar con quién le da igual tenerte o no. Intenté trasladárselo, creo que lo conseguí, ella merece lo mejor en estos momentos y por ello quise compartir lo más profundo de mi. Espero que se autoinmunice y se haga resiste frente a un virus y frente al otro. Ella lo merece.

NUNCA ME GUSTÓ QUEDARME ATRÁS

A veces insistimos demasiado en luchar por lo que al final es inevitable. No soy demasiado dado a darme por vencido, soy más de insistir y persistir, pero he de deciros que en ciertas ocasiones es mejor rendirte y decir  basta ya. Hay ocasiones en las que para poder continuar con tus sueños tienes que desprenderte de algo o de alguien querido y deseado. Nada ni nadie puede frenar tus sueños,  ni por supuesto hacerte renunciar a tu esencia.

Cuando llega ese momento no hay que dudarlo ni un minuto; hay que tomar la decisión de abandonar, de coger la salida y tomar en dirección contraria a aquella puerta que se abrió cuando no la esperabas. Sí, es triste pero es lo mejor que puedes hacer ante lo inevitable.

Cogiste mi vida y quisiste darle la vuelta completamente, arañándome poco a poco mi libertad, mi espacio, mi esencia, mi justificación para levantarme por las mañanas, para vivir, para crecer, para ser: mi razón de vida, mi sueño. Me acaparabas y me absorbías día a día toda mi energía hasta convertir nuestra relación en una fuente de tus propios intereses.

Hubiese renunciado a todo lo que quería ser y emprender; pero hubiese sido el error más grande que jamás hubiese cometido. No puede ser solo contigo, solo para ti y tus circunstancias; no puede ser totalmente para ti y vivir bajo tu paradigma de relación.

Ahora estoy cansado, decepcionado y cogiendo fuerzas para ir volando a la cima, todavía me quedan ganas y día a día voy dándome cuenta de lo profundamente egoísta que has sido conmigo y lo atrozmente despiadada que has sido en tu adiós. Me pusiste un plazo para tomar la puerta de salida en el peor momento y circunstancias en las que vivía. Me recordabas cada noche esa fecha límite, como un verdugo anuncia día a día a su condenado el tiempo que le resta para su ejecución.

En ese afán torturador me anunciabas cada mañana las posibilidades de escapatoria que tenía y por si ese martirio fuera poco, me anunciabas cada noche que no veías movimiento para tomar la salida, desconociendo que todo se desencadenaría fugaz y expresamente en cuanto las condiciones fueran las adecuadas. ¿Se puede tratar con más crueldad a una persona?

Sí, si se puede, despreciándole cualquier oportunidad y posibilidad de recuperar aquellas cosas que dejó atrás en esa partida, en esa evasión, en esa fuga hacia la libertad.

Yo no quise vivir al servicio completo y exclusivo de ti y eso día a día iba minando nuestra relación. Siempre he considerado que una cosa es hacer feliz a alguien y otra ceder toda tu vida ante todos los deseos y forma de vida de ese alguien. Hubiese perdido mi identidad, mi esencia; hubiese dejado de ser yo mismo. No es bueno pretender que tu pareja sea un satélite que gire siempre en torno a ti. Los sueños de cada uno no tienen que ser los mismos que sigas tú.

Siempre hay una salida para todo. No lo olvides. Tómala si hace falta, aunque al inicio entraras con mucha ilusión. El amor verdadero es la única riqueza que no se compra, no se vende. Se regala a quien lo merece y se quita a quien no lo valora.

No dejes que acaparen tu vida. No permitas que monopolicen, centralicen tu vida y dominen tus situaciones como lo hace una niña caprichosa a la que sus padres le consienten y permiten todo. Estas niñas malcriadas tienen muy mal carácter y son muy impulsivas, rencorosas y orgullosas si se frustran, porque para ellas conseguir algo que quieren es la mayor de las satisfacciones, aunque dure poco el interés.

Hoy, mientras escribo este capítulo de mi vida, escucho en la radio la canción “Disparos al aire” de Dani Fernández. Preciosa canción para poner fin a esta parte de mi vida. Hasta siempre amor.

 

 

2016 Adiós. 2017 Bienvenido.

lemniscataMi último artículo del año es para despedirme del 2016 y para dar la bienvenida al 2017. El 2016 tuvo grandes cosas. Os dejo con algunas de las mejores:

El mejor libro  leído este año nació de la necesidad que tuvo el autor de compartir con sus lectores los secretos que ha ido descubriendo a lo largo de su vida. Es un libro para cambiar este mundo tan gris, tan negativo, tan triste y destructivo…Es un libro para vivir y ser feliz, para -como dice su autor- olerlo, devorarlo e inspirarlo. Yo añado, para tatuártelo en tu mente. Este libro es: “Los secretos que jamás te contaron” de Albert Espinosa.

El mejor secreto recibido a lo largo de este año, forma parte de ese libro mágico que Albert Espinosa ha creado para que seamos felices. Este secreto habla de cómo las dudas no resueltas se convierten en miedos no aceptados… El secreto es este: “en este mundo debes enfrentarte a tus miedos y aceptar que has de curar tus heridas. Si sigues odiando o pensando siempre en negativo, el círculo jamás se cerrará. Ese odio volverá, esos pensamientos se repetirán”.

La mejor película vista este año habla del tiempo, del amor y de la muerte. Es una película para superar el duelo y la pérdida…para sobreponerse de ella. No comparto las críticas recibidas y para mí fue una  película llena de emociones, con la que me emocioné y disfruté. La película la protagoniza Will Smith y su título es Belleza oculta.

La mejor cita del año viene de la mano de ese libro tan pequeñito y tan grande a la vez. Escrito para los pequeños, pero leído por los grandes. Todas la personas grandes han sido niños antes, pero pocas lo recuerdan. Esta cita siempre viajó conmigo desde niño, desde la primera vez que leí en francés el libro que la contiene. Este año recuperé el libro “El Principito”, con las acuarelas originales del autor…Ya forma parte de nuevo de mi biblioteca. La cita no puede ser otra: “Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.”

El aprendizaje más curioso, más interesante, más mágico y más atrayente del año, vino de la mano analemmade mi compañero Joan Bruno. Está relacionado con la magia de la naturaleza. Se llama Lemniscata, y es la curva que describe el sol durante todo su recorrido anual. Lo reconocemos como el símbolo de infinito en Matemáticas.  El punto  más alto es el solsticio de verano y el más bajo el de invierno.

El proyecto más interesante iniciado durante este año ha sido Diputado de Distrito. Con él, pretendemos hacer reflexionar a la sociedad civil española sobre como urge un saneo de la falsa democracia que tenemos en España y quitar poder representativo a las cúpulas partitocráticas dando más libertad, más poder, más independencia y más cohesión a esta sociedad civil.

El diputado de distrito es una fórmula alternativa al sistema proporcional que tenemos actualmente, en el que el diputado elegido no representa a los ciudadanos, es tan solo un delegado del partido en el parlamento de los diputados y como debe su cargo al jefe de partido que confeccionó la lista siempre le rendirá pleitesía.

La mejor canción es “Cómo te atreves”, viene de la banda colombiana Morat. Es una canción que a pesar de hablar de rencor me da un buen rollo tremendo. Y es que hay personas que es mejor que no vuelvan a tu vida jamás.

Que la luz y la magia del Sol te ilumine durante todo el 2017.

¡Os deseo un feliz 2017!

TU DISTANCIA ES MI ACERCAMIENTO

IMG_1270Hacía tiempo que no escribía pero hoy tengo esa necesidad…Aquello que te hace feliz, que aprecias y te preocupa has de dedicarle un tiempo; merece la pena luchar por lo que quieres, por lo que consideras importante, si no lo haces entonces no eres merecedor de lo que deseas.

La vida me ha enseñado a desdramatizarlo todo; el mundo no se acaba tras un divorcio le decía el otro día a un amigo. Lo que ocurre es que en esos momentos tan preñados de incertidumbre, de sentimientos encontrados, de tantas reacciones y emociones de todo tipo, uno no puede relativizar y darse cuenta de que nada es permanente en esta vida y todo se transforma… Es normal, en ese instante-debacle que es un divorcio, todo nos parece el fin del mundo y más cuando te atrapa la culpa; entonces estás perdido: deja de gustarte lo que haces, lo ves malo, te torturas, sufres, te alejas de todo y te sientes incapaz de vivir más allá de tu pena, mas allá de tus circunstancias. Es natural, es la fase de duelo en la que muchos no somos capaces de arrancar nuevos proyectos…Cada uno necesita su tiempo…Eso sí, no inviertas más que lo justo y comienza a vivir intensamente y a regalarte nuevas oportunidades, te arrepentirás mas adelante del tiempo perdido en ello.

Cuando ya estés en disposición de descubrir que la vida continúa como una sucesión de instantes. Cuando percibas que eso que te parecía el final, ya no lo es… Cuando seas capaz de entender que tras esa tormenta con truenos de culpabilidad y rayos de pena, el sol vuelve a salir; entonces verás las cosas de otra manera y estarás en disposición de ver, sentir y pensar lo que hoy yo veo y siento desde la cima de esta cumbre ya conquistada y ya pisada…Me suele pasar a menudo: tener la sensación de que otros no han podido disfrutar de los paisajes y perspectivas que se ven desde esta montaña ya escalada.

En estos días he regalado flores, ilusión, amor, esperanza…Me gusta hacerlo por donde quiera que voy, no sabes si algún día volverás a pasar por el mismo sitio. Si algo he aprendido en esta vida es que recoges lo que das y que esos momentos tan duros como los que vive mi amigo ahora, suelen ser la antesala de lo que mejor está por llegar en tu vida.

A veces en la distancia está el acercamiento…La teoría de los contrarios suele cumplirse en estos asuntos, ya les hablaré un día de ella… Además la amistad amarilla no conoce de distancias o tiempos.

VIVIR SOLO NO ES ESTAR SOLO

El otro día leí un estudio de la universidad de Nevada que comentaba que cada vez vive más gente sola en algún momento de su vida. Muchos de nosotros acabaremos viviendo solos. Dice el estudio también que vivir solo es de más calidad porque te permite tener muchas más experiencias vitales que viviendo acompañado. Incluso haces más sociedad y te relacionas más. En soledad dejamos ese espacio en blanco para escuchar sin interferencias lo que sentimos y necesitamos.

Sin títuloAdmito que desde hace unas semanas he comenzado a vivir solo y confieso sin el menos rubor que estoy aprendiendo a disfrutar de ello. Siempre creí que la soledad era vacio y tristeza… ¡Que equivocado estaba! Gestionada adecuadamente, la soledad, es muy importante y necesaria. Es el mejor camino para escuchar sin ningún tipo de interferencias la voz de tu interior. La soledad es fundamental para convertirnos y crecer como personas, es un abono con el que tenemos que abonar nuestra vida, pues nos permite enfocar mejor “lo importante” que “lo que me rodea”. “La soledad no es aquello que sucede cuando estás solo, sino aquello que sientes cuando no puedes estar contigo mismo.”

Mi casa, ahora, tiene un grado de autentica libertad que jamás he encontrado en otros hogares en los que he convivido…Y percibirlo, tocarlo, olerlo no solo me proporciona serenidad, sino que además, es una manifestación de la tranquilidad. Hay que poner en valor la soledad en este mundo que constantemente te exige todo el tiempo compañía y que encima ve mal la soledad.

Al día de hoy, paz, silencio, felicidad son mis compañeras de piso. Las dos primeras me dan tranquilidad y me evitan problemas. La tercera, la felicidad me los resuelve. He comenzado a divertirme estando solo, a crecer como persona, a recargar pilas emocionales y mentales, a sentarme en el sofá y reflexionar. Ahora tengo libertad para hacer lo que quiero, soy más independiente, tengo más diálogos y comunicación conmigo mismo…internos. He comenzado a descansar de aquella fatiga que me provocaba intentar solucionar problemas, complacer y hacer feliz a mi compañera de piso. Ahora no tengo que disculparme por nada a nadie, bueno sí, a mí mismo.

Por fin tengo un ambiente confortable y tranquilo, todo el sofá para mí, el mando de la tele, toda la cama, todos los cajones y armarios. Puedo comer cuando quiero, ir en zapatos por la casa, dejar la taza del desayuno sin fregar, improvisar, hacer y romper planes sin avisar, sin dar explicaciones…Puedo pensar, reflexionar, imaginar, divagar, desperezarme, escucharme, escribir cuando quiera. Hacer estas cosas solo me hace sentir más yo que nunca y que nada.

Vivir solo no es sinónimo de estar solo, incluso tal vez –como dice el estudio- sea antónimo…. Vivir solo es tener más tiempo para ti. Mi sentimiento por fin es de alegría, de tranquilidad…¡Qué bien!…Si alguna vez te roban la soledad que al menos te ofrezcan una verdadera compañía.

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