Hacía tiempo que no escribía pero hoy tengo esa necesidad…Aquello que te hace feliz, que aprecias y te preocupa has de dedicarle un tiempo; merece la pena luchar por lo que quieres, por lo que consideras importante, si no lo haces entonces no eres merecedor de lo que deseas.
La vida me ha enseñado a desdramatizarlo todo; el mundo no se acaba tras un divorcio le decía el otro día a un amigo. Lo que ocurre es que en esos momentos tan preñados de incertidumbre, de sentimientos encontrados, de tantas reacciones y emociones de todo tipo, uno no puede relativizar y darse cuenta de que nada es permanente en esta vida y todo se transforma… Es normal, en ese instante-debacle que es un divorcio, todo nos parece el fin del mundo y más cuando te atrapa la culpa; entonces estás perdido: deja de gustarte lo que haces, lo ves malo, te torturas, sufres, te alejas de todo y te sientes incapaz de vivir más allá de tu pena, mas allá de tus circunstancias. Es natural, es la fase de duelo en la que muchos no somos capaces de arrancar nuevos proyectos…Cada uno necesita su tiempo…Eso sí, no inviertas más que lo justo y comienza a vivir intensamente y a regalarte nuevas oportunidades, te arrepentirás mas adelante del tiempo perdido en ello.
Cuando ya estés en disposición de descubrir que la vida continúa como una sucesión de instantes. Cuando percibas que eso que te parecía el final, ya no lo es… Cuando seas capaz de entender que tras esa tormenta con truenos de culpabilidad y rayos de pena, el sol vuelve a salir; entonces verás las cosas de otra manera y estarás en disposición de ver, sentir y pensar lo que hoy yo veo y siento desde la cima de esta cumbre ya conquistada y ya pisada…Me suele pasar a menudo: tener la sensación de que otros no han podido disfrutar de los paisajes y perspectivas que se ven desde esta montaña ya escalada.
En estos días he regalado flores, ilusión, amor, esperanza…Me gusta hacerlo por donde quiera que voy, no sabes si algún día volverás a pasar por el mismo sitio. Si algo he aprendido en esta vida es que recoges lo que das y que esos momentos tan duros como los que vive mi amigo ahora, suelen ser la antesala de lo que mejor está por llegar en tu vida.
A veces en la distancia está el acercamiento…La teoría de los contrarios suele cumplirse en estos asuntos, ya les hablaré un día de ella… Además la amistad amarilla no conoce de distancias o tiempos.