NEGAR EL APLAUSO A UN NOBEL DE LA PAZ

En llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo. El viento lo despierta, toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie:¡cuánta belleza suelta!” . Estas palabras tan bonitas escribía y sentía allá por los noventa el poeta, escritor, ensayista, diplomático y Premio Nobel de Literatura en 1990 Octavio Paz.

El otoño es tiempo de reflexión, de cambio; es como si la caída de las hojas que simboliza lo efímero y lo cambiante nos trasladase y envolviese en su ciclo vital. La naturaleza y la historia humana tienen mucho en común, los acontecimientos históricos son como las hojas, se van perdiendo en nuestra memoria y nunca permanecen fijos, se olvidan al caer.

Como cada otoño llega el premio Nobel de la Paz y en esta ocasión ha caído en un momento de máxima tensión política internacional y nacional. Este año ha sido otorgado a María Corina Machado. No se puede separar la paz de la libertad, porque nadie puede estar en paz, a no ser que tenga libertad plena. Tal vez por ello este año el Comité Noruego del Nobel ha reconocido este premio de la Paz a María Corina por la búsqueda de los derechos humanos y por la lucha contra la represión sin precedentes que hay en Venezuela y que lleva sumergiendo desde hace años en una grave crisis humanitaria al pueblo venezolano, porque el gobierno de Nicolás Maduro intensifica dramáticamente día a día sus esfuerzos para aplastar toda oposición pacífica a su mandato. Y lo hace a través de un plan continuo silenciando, y reprimiendo cualquier nota discordante de su acción dictatorial y represora; y lo hace persiguiendo, aislando, desanimando, violando y aniquilando cualquier resquicio de resistencia y disidencia.

En este camino hacia la paz y hacia la libertad María Corina ha dado pasos muy grandes y valientes y por eso se le ha concedido este alto reconocimiento tan importante que reconoce la lucha no solo para Machado, sino también para el pueblo de Venezuela, que durante años ha soportado la represión y la persecución por atreverse a pensar diferente y a cuestionar a las autoridades por las violaciones de derechos humanos. Este premio va dirigido a todas esos venezolanos que han sido capaces de oponerse, de criticar y de enfrentarse a la crueldad del gobierno de Maduro. Este premio es un premio a la resistencia, a la justicia y a quienes asumen riesgos personales para buscar la libertad.

Ayer, en el Congreso de los Diputados, durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno, la portavoz adjunta del PP Cayetana Álvarez de Toledo tras su pregunta de por qué el Gobierno no ha felicitado públicamente a la opositora venezolana, pidió un aplauso en pie para «esta heroína de la democracia». Esta ovación no fue correspondida por ningún otro grupo en el hemiciclo. Les confieso que no me extraña la decisión y la indiferencia del resto de los Grupos; todo ello es, por un lado la muestra y el fiel reflejo de lo que marca el presidente Pedro Sánchez al no querer felicitar a la premiada, escondiéndose de nuevo en la mentira al decir que “no se pronuncia nunca”, cuando en hasta en seis ocasiones felicitó Sánchez a ganadores de tan insigne galardón otros años; tres como secretario general del PSOE y otras tres siendo ya presidente del Gobierno. Y por otro lado tampoco me sorprende el silencio y la inacción del Grupo Vox tampoco me sorprende, porque Vox hace tiempo que se convirtió en una manada a modo de secta en la que si falta el macho alfa o no levanta la patita nadie lo hace sin su consentimiento o aprobación. Esta organización, que poco difiere en su estructura jerárquica y funcionamiento al de una secta recolecta cerrilmente seguidores, los despersonaliza y les da un cargo o responsabilidad obligándolos sumisamente a acatar servilmente sus creencias, sus normas, su funcionamiento, sus mentiras; y lo hace mediante variadas técnicas de engaño, de coerción psicológica, de amenazas, de ostracismo al disidente o al que piensa diferente o tiene criterio distinto. Me consta de muy buena tinta que muchos diputados del Grupo Vox se quedaron con las ganas de aplaudir apasionadamente y de levantarse efusivamente.

ACTIVISTA DE LA FELICIDAD

El «Ánimo, Alberto», chulesco, áspero, arrogante y matón de Pedro Sánchez a Alberto Núñez Feijoo además de suponer un insulto a la institución y a la Política con mayúsculas, lleva una carga de polaridad que en algún momento se le volverá como un búmeran y con mayor carga beligerante.

Este «Ánimo, Alberto» y su posterior celebración entre risas y resarcimientos es la muestra evidente de la España dividida, polarizada y enfrentada en la que vivimos por los políticos que tenemos. La Política es un problema porque nos está dividiendo cada vez más y se está creando un caldo de cultivo de enfrentamiento continuo, de crispación, de odio y de bronca.

Este estado de ánimo tan polarizado hace que no avancemos como país y que no se puedan resolver los problemas y las discrepancias, que antes podían resolverse mediante el diálogo y la búsqueda de acuerdos, pero hoy se transforman con facilidad en conflictos personales. La política actual, en lugar de unir a la sociedad en torno a proyectos comunes, parece empeñada en levantar muros que separan a los ciudadanos. Esta polarización política no es un fenómeno nuevo, pero su intensidad actual sí lo es y es muy preocupante. Las redes sociales además amplifican los discursos más extremos y castigan la moderación. Los algoritmos premian la indignación, y los líderes políticos aprenden rápidamente que el enfrentamiento genera más visibilidad que el consenso. En este clima, las posiciones intermedias son vistas como traición o debilidad, y el diálogo como una pérdida de tiempo.

Las consecuencias de esta política enconada son profundas. En primer lugar, erosiona la confianza en las instituciones democráticas. Si el adversario es considerado un enemigo, la tentación de deslegitimar sus victorias electorales o sus opiniones se vuelve constante. Además, la crispación política se traslada al ámbito social: familias, amigos y compañeros de trabajo evitan hablar de política por miedo a discutir o romper vínculos personales. El problema no radica únicamente en los partidos o los dirigentes. También los ciudadanos tenemos responsabilidad. Al consumir información sesgada, compartir mensajes sin verificar o encerrarnos en burbujas ideológicas, contribuimos a mantener el clima de división. La democracia no puede sostenerse sin una base mínima de respeto mutuo, y ese respeto solo se construye reconociendo la legitimidad de las opiniones ajenas.

Es urgente recuperar la capacidad de dialogar sin agredir, de disentir sin destruir. La política debería ser el espacio donde los desacuerdos se procesan de forma civilizada, no el campo de batalla donde se anulan las diferencias. La sociedad necesita menos gritos y más argumentos; menos odio y más empatía. Solo así podremos pasar de una política enconada que enfrenta a los ciudadanos a una política madura que los une en torno a un objetivo común: el bienestar colectivo y la felicidad.

La felicidad también debería ser una prioridad política, pues esa infelicidad contribuye aún más a la polarización política, reduce la productividad e incluso puede representar un riesgo para la democracia. Deberíamos reflexionar sobre una magnífica frase del escritor Albert Espinosa que dice que “no existe la felicidad, sino ser feliz cada día» y como dice una alumna gambiana mía en uno de sus maravillosos raps, que crea habitualmente, deberíamos convertirnos en “activistas de la felicidad” para como dice una cita de Clint Eastwod, en el último libro de Albert “Estaba preparado para todo menos para ti”, poder “soñar no con dejar un planeta mejor a nuestros hijos, que también, sino con dejar unos hijos mejores para nuestro planeta”.

LA FLOTILLA DE HUMO

En política siempre han existido diferentes estrategias con el objetivo de evitar culpas, desprestigios, imputaciones, mala reputación y fracasos de nuestros políticos que puedan provocar descalabros de sus trayectorias en su búsqueda del poder. Ante posibles amenazas de que esto ocurra, los aparatos políticos son capaces de modificar el escenario político con el propósito de despistar y de ocultar lo esencial.

Se trata de distraer la atención del público de la información verdaderamente importante y para ello lanzan una cortina de humo que lo único que busca es distraer a la sociedad con otro asunto o con el bombardeo de información irrelevante, diariamente, para aminorar la atención de la población hacia los temas realmente importantes y de esa situación incómoda o sensible que les resta demoscópicamente.

Hay muchas otras fórmulas y estrategias operativas que nuestros políticos usan llegado el momento para distraernos de la realidad y ocultar lo que realmente pasa. Una de ellas es mantener un per­fil bajo, evitando la implicación y man­te­ner el si­len­cio. Otra es cambiar de tema para buscar en­te­rrar malas no­ti­cias y/o cam­biar la agen­da de dis­cu­sión. En otras ocasiones lo que se hace es delegar res­pon­sa­bi­li­da­des hacia ni­ve­les in­fe­rio­res o hacia la pe­ri­fe­ria. Otra de ellas es enfocar hacia otro blanco y atacar otro objetivo. En ocasiones también utilizan el recurso de co­lec­ti­vi­zar la de­ci­sión y la res­pon­sa­bi­li­dad, bus­can­do la se­gu­ri­dad y el eximente en la masa.

Esto es lo que está ocurriendo con el asunto de Gaza. El PSOE de Sánchez está acorralado por la corrupción en su partido y han encontrado en la bandera palestina un “objeto brillante” que nos desvía la mirada y el debate. Lo hemos visto en la vuelta ciclista y ahora en esta flotilla. Pero lo de Gaza es más que una cortina de humo porque lo que buscan es generar un estado emocional y social preelectoral para reconfigurar el panorama y la agenda política y de esa forma predisponer a la movilización contra la derecha. Lo vemos incluso en la política local aquí en Guadalajara; y he de confesarles que me resulta muy repulsivo ver cómo los partidos políticos guadalajareños AIKE y PSOE están haciendo uso de la guerra israelí contra Hamás para sumar votos, desprestigiar y deshumanizar a su rival político Ana Guarinos en el Ayuntamiento de Guadalajara. Lo intentarán en el pleno de mañana con una moción que según dicen “busca condenar el genocidio en Gaza y la toma de medidas para mostrar la solidaridad hacia el pueblo palestino”.

Pero ahora, todo este asunto de la flotilla y de Palestina empiezan a no servirles en las filas del PSOE y todo ello comienza a jugar en su contra porque la izquierda más a la izquierda les está adelantando por esa misma izquierda y se está movilizando en una dirección muy concreta con respecto a Palestina y acusan al PSOE de tener posturas demasiado tibias. Ayer mismo vimos como el ejecutivo español ve en la propuesta de Donald Trump, para resolver el conflicto en Gaza, una oportunidad para la paz. Además en relación con la flotilla mandaron un comunicado que les recomendaba no entrar en la zona de exclusión dictada unilateralmente por Israel y explicaban que, si lo hacían, el buque de la Armada que España no iba a acompañarles. Esto ha provocado un enfado y un distanciamiento en la coalición del Gobierno acusando a Pedro Sánchez de estar haciendo «el juego sucio a Netanyahu» por pedir a la Flotilla que no entrase en la zona de exclusión.

Todo son estrategias electorales, incluidas las manifestaciones del pasado fin de semana y la de estudiantes de hoy, son para meter presión a los socialistas y para diferenciarse de ellos ante una previsibles elecciones electorales, no les va nada bien en esos datos estadísticos de probabilidad de voto. Curiosamente, estas cortinas de humo tuvieron su origen como una táctica militar utilizada en tiempos de guerra para enmascarar el movimiento, confundir a los adversarios y adquirir ventaja estratégica.

A mi, todo esto me recuerda mucho a lo que plantea Barry Levinson en su película-sátira política “La Cortina de humo”, basada en la novela titulada «American Hero» de Larry Beinhart, protagonizada por Dustin Hoffman y Robert De Niro; toda una critica a la manipulación mediática y a la corrupción del poder en la que se muestra cómo se llega a inventar una guerra contra Albania para desviar la atención pública de un escándalo presidencial antes de las elecciones.

LA POLÍTICA Y LA MENTIRA

Decía Ortega y Gasset que “la política es la ciencia de la mentira”; y aunque hay políticos sinceros que intentan no mentir, y que no se pude generalizar porque siempre que lo haces cometes un error; si es cierto que el recurso de mentir es muy usado en Política. La cuestión y el problema es que las consecuencias y efectos de la mentira de los políticos farsantes suelen tener consecuencias graves en la vida de los ciudadanos.

Lo que resulta más alarmante es que hayamos normalizado sus mentiras y aunque en el fondo nos molesta que nos tomen por tontos, toleramos en exceso sus mentiras, sobre todo cuando el ambiente es bueno, pues somos mas permisivos y tolerantes cuando las cosas van bien y tenemos menos manga ancha cuando las cosas van mal.

Nos mienten con mucha desfachatez por muchas razones, una de ellas es la de cautivar la votante, otra para desacreditar rivales, otra para parecer lo que no se es y otras para ocultar sus errores. Según Maquiavelo, la misión principal del gobernante no era la de servir como modelo ético a sus súbditos, sino la de “mantenerse en el poder” y para ello decía que “había que seguir el ejemplo del zorro: saber disfrazarse bien y ser hábil en fingir y en disimular, mintiendo y rompiendo sus promesas si va en contra de tus intereses”. Estos engaños, decía Maquiavelo, “no solo eran legítimos, sino también fáciles de acometer, ya que los hombres son tan simples y están tan centrados en las necesidades del momento, que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar”.

Desde el ámbito político se intenta en demasiadas ocasiones confundir a la ciudadanía para que no distinga entre lo que es verdad y lo que es mentira. Lo estamos viendo estos días en como nos intentan vender unos curriculums y una formación que es falsa; y lo hacen para simular que están sobradamente preparados y solventes para el puesto que desempeñan o desempeñarán, cuando la realidad es que la profesión de la política está atrayendo y absorbiendo a profesionales que no tienen el mínimo nivel o la cualificación necesaria para el puesto que desarrollan.

También lo vemos en el asunto de Palestina y en la banalización del término “genocidio” y el empleo de su uso como arma política y propagandística. Se miente en este asunto para estigmatizar a Israel, deslegitimar cualquier acción de defensa y presentar al agresor, a quien declaró la guerra, como víctima absoluta. Es cierto que el número de víctimas en Gaza es elevado y que cada vida perdida importa; pero se miente mucho en este asunto para ideologizar y moldear la opinión pública, especialmente en Europa, donde la sensibilidad hacia Israel ya estaba erosionada. Y lo peor de todo, se usa como cortina de humo para tapar las propias vergüenzas, convirtiendo ese lenguaje sesgado y esas mentiras en un arma más del conflicto, quizá la más poderosa en un mundo saturado de imágenes, posts, tuits y titulares.

Otro de los ámbitos en los que nos mienten es en el tema de los incendios forestales. Lo estamos viendo aquí en Guadalajara y en la mala gestión del incendio forestal del Pico del Lobo, en Peñalba de la Sierra. Desde un inició se ocultó la verdad de lo sucedido y de las condiciones de desactivación de los retenes más cercanos. Si se hubiese hecho una actuación rápida y con celeridad por parte de los retenes de Montes Claros y de El Vado seguramente todo se hubiera quedado en conato. Los medios aéreos tardaron mucho en actuar. La toma de decisiones y coordinación fue muy lenta. Las pistas y viales están abandonadas y no se garantiza el acceso al incendio de los medios de extinción terrestres de forma rápida y segura. No hay depósitos de extinción y tienen que ir los helicópteros a cargar al río a demasiado tiempo y distancia. Las zonas de discontinuidad (áreas cortafuegos, fajas perimetrales…) están abandonadas y sucias. Ya estamos en el quinto día de combate contra las llamas y sigue el nivel 1 y aumentado los efectivos y medios ya que han empeorado las condiciones de trabajo por el ascenso de las temperaturas y la bajada de humedad. !Cuantos recursos, tiempo, monte, biodiversidad, preocupaciones y dinero se podría haber ahorrado si las cosas se hubieran hecho bien desde el principio. ¿Habrá un análisis evaluación y reflexión de todo ello?¿Se tomarán medidas correctoras?. Los guadalajareños queremos conocer la verdad de lo ocurrido desde un inicio y cómo se tomaron las decisiones y se coordinó y gestionó todo por parte del Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y del Plan Infocam también desde el principio. Espero que aprendan de lo sucedido y corrijan errores graves que han cometido, aunque nunca lo reconocerán ni nos contarán toda la verdad.

La verdad debería ser indispensable y necesaria en el mundo político y en el periodístico; sin verdad no hay libertad y con mentira solo hay contaminación y envenenamiento. En los tiempos que corren la mentira se ha convertido en una necesidad para obtener triunfo político y poder; deberíamos apreciar y buscar más la verdad.

CONTRADICCIONES. EDUCACIÓN Y BURGUESÍA

Dice el escritor, educador, comunicador social y poeta venezolano Hermes Antonio Varillas Labrador, quién dejó las aulas hace unos años, que “nadie puede erguirse como salvador del mundo mientras pisotea a sus conciudadanos. La contradicción más grande es pretender alumbrar la calle mientras en tu casa, los seres a quien dices que amas, viven en tinieblas”.

Las contradicciones siempre han formado parte de la Política sobre todo en los finales de ciclo y en los periodos en decadencia de regímenes en quiebra. En estos últimos tiempos vivimos en la vida política española una contradicción permanente que pone en evidencia la realidad de como nuestra Política se ha enmohecido; está descompuesta y con una putrefacción insoportable donde todo son insultos, exabruptos, descalificaciones, aspavientos, carreras, traiciones, vestiduras rasgadas, hecatombes, polarización, demonización del rival político y demás recursos hiperbólicos electoralistas y de negación de la Política que desemboca en una violencia que poco o nada aporta a la formula de resolución de conflictos como estamos viendo estos días con el asesinato del activista conservador Charlie Kirk; con la violencia política en alza y con Trump y muchos de sus forofos aquí en España siguiendo sus pasos, creando un tipo de hacer política muy peligrosa y arrastrando en su camino por mecanismos psicológicos y sociológicos a grandes cantidades de seguidores radicales a través de las redes sociales dispuestos a hacer de todo, como ocurre en cualquier secta, por su amado líder.

Pero en realidad yo quería hablarles de la vuelta al cole y de como nos está dejando algún titular y alguna trifulca en las endiabladas redes sociales. Me refiero por un lado a la decisión de Pablo Iglesias e Irene Montero de escolarizar a sus tres hijos en un colegio privado de Las Rozas, por 1.500 euros al mes. Ellos, que han defendido la educación pública criticando duramente el asunto y tachando de «burgueses» a quien llevaba a sus hijos a colegios privados. Por esa razón, muchos perfiles en redes sociales han rescatado de la fonoteca unas declaraciones de una antigua entrevista del exdirigente de Podemos en la SER, en la que cuestionaba a los padres que elegían la enseñanza privada: «Porque papá y mamá, que quieren llevar al niño a un colegio privado súper especial, es porque no quieren que se mezclen con niños de clase obrera en general. Papá y mamá quieren un colegio privado sin gitanos ni inmigrantes marroquíes». “La educación privada no está pensada para que vaya todo el mundo, está pensada para que una minoría que se lo puede permitir. Y ahora encima quieren que se lo paguen los que jamás podrán ir. Es un atraco de los ricos a los pobres”. Montero, por su parte, vinculó en su etapa como ministra de Igualdad la defensa de la educación pública con el feminismo, asegurando que “donde hay privatización hay pérdida de derechos”.

Por otro lado tenemos las declaraciones del portavoz del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, que rechazó una propuesta del PP para que las familias de niños discapacitados puedan elegir entre la educación especial y la educación ordinaria, y que no se obligue a sus hijos a asistir a colegios donde tienen una integración muy difícil. Patxi López calificó los colegios de educación especial como «guetos escolares» y acusó a sus rivales de querer «discriminar, disgregar y hacer guetos escolares con las personas con discapacidad».

Todo lo que se ignora, se desprecia. El portavoz del PSOE en el Congreso debería conocer mejor el trabajo que se hace en esos centros y la realidad del alumnado y de las familias. Hay que ser muy ignorante para despreciar a los centros de educación especial y calificarles como «guetos escolares», porque cree que que su alumnado son discriminados al no ir a colegios ordinarios. Sólo así se entiende su infame insulto a esos colegios, a las familias y a los alumnos; un insulto impropio de un demócrata, pero que ya forma parte de la odiosa tradición del socialismo contra todos aquellos que no nos sometemos a sus mantras ideológicos.

Ese derecho a elegir, que aparece plasmado en el Artículo 27 de la Constitución Española, quedó gravemente lesionado por la LOMLOE, la nefasta ley educativa aprobada por el PSOE y sus socios en 2.020, que tanto daño ha hecho a nuestro sistema educativo atacando profundamente la libertad de educación en distintos ámbitos, siguiendo el afán socialista de que los gobernantes son los dueños de sus hijos y que ellos por tanto deciden por los padres, como en una dictadura. Estos centros de educación especial son recursos fundamentales dentro del sistema educativo, reconocidos internacionalmente, y cuentan con profesionales altamente cualificados que ofrecen apoyos imprescindibles para el desarrollo académico, personal y social de los alumnos con discapacidad que los solicitan. Los padres tienen el derecho legítimo para escoger el colegio que quieran para sus hijos, incluidos Pablo e Irene a pesar de sus contradicciones.

No es de extrañar que en este escenario y este panorama tan enfermizo de nuestra Educación el CSIF haya propuesto movilizaciones para los próximos días en defensa de la Educación. La escuela pública reabre su nuevo curso escolar con un déficit de 44.442 docentes y una interinidad del 32,41%, con una falta enorme de recursos no solo humanos sino también materiales, con problemas en la adjudicación de nuevas incorporaciones, con un exceso de burocracia inadmisible por parte del profesorado y de las familias, con deficiencias en las infraestructuras y con una gran falta de atención a la diversidad del alumnado; entre otras razones por los continuos intereses, conveniencias y vaivenes políticos a la hora de poner en marcha todas las medidas y políticas que deberían mejorar los índices de nuestra vapuleada y maltrecha Educación y poner fin a unas cuantas décadas con un sistema educativo de muy bajo nivel, que apenas ofrece a nuestros jóvenes una educación que los prepare de verdad para su futuro.

EL RUIDO INVSIBLE

He pasado este fin de semana en Viena. Allí la cultura se disfruta en todos los sentidos y en estado puro. Ojalá Guadalajara aprendiese de ciudades como esta en materia de turismo y cultura; tristemente deja mucho que desear con su oferta bastante pobre, con pocas actividades y de poca variedad; y que además resultan claramente insuficientes para una ciudad que pide ya un cambio, creatividad e innovación en estrategias y en enfoques de políticas turísticas y culturales; pero esto es asunto y harina de otro costal que abordaré otro día; en realidad hoy quiero hablarles de ruido.

Sorprende al pasear las calles de Viena que sea una ciudad tan tranquila, tan ordenada, con un ambiente tan calmado y sin apenas ruido excesivo, incluso en zonas turísticas. El respeto por el silencio es envidiable, incluso en lugares públicos como en parques, plazas, restaurantes y en el transporte. ¡Menuda invitación a la relajación por toda la ciudad!

El ruido cotidiano es un enemigo invisible que puede hacernos mucho daño. De todos es sabido que en España existe un elevado grado de permisividad respecto al ruido y al exceso de volumen; permitido en diversas actividades que vulneran y violentan el derecho al disfrute armonioso y pacífico de nuestro propio hogar. En muchos casos hay una actitud excesivamente laxa o protectora con el ruidoso y displicente o despreciativa en relación con las potenciales víctimas. Un ejemplo de todo ello lo vamos a ver como cada año en nuestras Ferias y Fiestas de Guadalajara y en ese derecho asumido que se tiene para tolerar niveles de ruido que se impone por encima del derecho al descanso, incluso por encima de colectivos de ancianos, enfermos, o personas que tienen que trabajar al día siguiente. ¿Por qué la tolerancia al derecho al ruido o al volumen alto debe prevalecer (culturalmente) sobre el derecho al descanso, al silencio?

Esta cultura del ruido en muchos momentos y situaciones es alentada por la desidia e inactividad de las administraciones, e incluso por su proteccionismo. Son los ayuntamientos quienes promueven y permiten un montón de ruido con sus actividades; aquí en Guadalajara parecen no entender que habría que hacer una Feria de día y una Feria de noche en espacios bien diferenciados, como ocurre en muchas otras ciudades.
Abrir este melón en la ciudad de Guadalajara es muy complicado porque sus políticos y sus conveniencias electorales enseguida te echan encima a los peñistas y es muy difícil mantener un debate sosegado, útil y propiciar una reflexión para intentar entender por un lado por qué en nuestra Guadalajara hay tanta tolerancia al ruido y por otro para abrir caminos y propuestas para solucionar el problema del omnipresente ruido y situaciones poco cívicas en nuestra ciudad durante sus Ferias y Fiestas.

El ruido, en mi opinión, además de un problema de educación que deberíamos de abordar a través de estrategias de respeto, autocontrol y autorregulación; es un signo y un fenómeno de decadencia cultural y social. Seguramente seamos una de las sociedades mas ruidosas y los españoles nos encontremos entre los países más ruidosos del mundo, entre otras cosas  por la escasa preocupación de nuestros gobernantes por cuidar este aspecto tan importante para nuestra salud.

Felices Ferias y Fiestas para todos, para los silenciosos y para los ruidosos.

¿Y DESPUÉS DEL FUEGO QUÉ?

Semanas después del fuego, en cuanto empiece a llover, surgirá una capa herbácea que permitirá germinar más vida; pero los bosques tardarán unas cuantas décadas en volver a aparecer. Afortunadamente muchas especies mediterráneas, como encinas, quejigos, coscojas, carrascas, alcornoques, robles, ciertas especies de pinos o matorrales como brezos y retamas, están adaptadas al fuego, y podrán rebrotar o regenerarse de forma natural y de una forma relativamente rápida.

Además del mundo vegetal hay otras víctimas y muchas otras cosas que recuperar cuando el fuego se ha extinguido. El fuego deja una transformación de biodiversidad, de suelo y de deterioro para todo el mundo rural de dimensiones incalculables. Los daños que producen estos incendios son descomunales: las casas, los accesos, las pistas forestales, los caminos, las carreteras, los cobertizos, las cuadras, la maquinaria, los paneles, las colmenas, los almacenes de resinas, el ganado, los suministros y conducciones de agua, de luz, las captaciones de agua, las balsas o presas de abastecimiento y tantas otras infraestructuras que deben ser reparadas o sustituidas de forma inmediata para que las poblaciones puedan tener los servicios básicos.
Nuestro mundo rural nos proporciona y nos abastece de muchos recursos que a día de hoy no se ponen en valor y que deberíamos compensarles por proveernos al conjunto de los ciudadanos. Hablo de esos servicios ecosistémicos que los montes nos dan, como las materias primas renovables, la calidad del aire, la absorción del CO2, el freno a la desertificación, la creación y sujeción de suelos, la infiltración y el aprovisionamiento de agua, de albergue y de soporte de biodiversidad entre tantos otros.

Nuestro montes y nuestros bosques necesitan ser limpiados y desbrozados; es fundamental los trabajos de carácter preventivo a lo largo del año para la prevención y defensa ante estos atroces incendios forestales; y aunque si es cierto que esté permitido limpiarlo legalmente, es muy complejo hacerlo por los particulares que viven en sus pueblos; hay demasiada burocracia para cosas tan sencillas como podar o retirar un árbol caído, pues tienes que ir a la web del Ministerio de Transición Ecológica, solicitar el impreso, compulsarlo en la Diputación, pedir cita en el Ayuntamiento, hacer un curso de Ecorresiliencia Cinegética y descargar Javascript, entre otras cosas; fácil no es ¿verdad?

Nací en un pueblo de la Sierra de la Demanda burgalesa rodeado de un pinar que forma parte del mayor pinar de Europa situado entre Soria y Burgos; el 95% de mi pueblo es monte y de él hemos vivido durante siglos. Allí se mantiene una costumbre medieval denominada la Suerte de Pinos. Se sortea su aprovechamiento y los vecinos lo cuidamos porque aún forma parte de nuestra subsistencia y se mantiene vivo el vínculo entre el hombre y su tierra, y por consiguiente la protección de ésta frente a las inclemencias de la naturaleza, el abandono, y finalmente el fuego. Cada 1 de mayo se sortea entre los vecinos el aprovechamiento de los pinos secos y desarraigados, y cada 1 de octubre el de los pinos verdes. Y a quien le toque no sólo aprovecha el monte, sino que lo cuida también. Ya no produce tanto como hace siglos, cuando a lo mejor una familia vivía de los pinos. Tal vez esta medida y la cultura y educación del fuego que tenemos, ha hecho que llevemos sin ver un fuego potente por allí unas décadas… Y cuando este asoma, toda la comarca sale a su sofoco en un gesto de solidaridad tan grande que debería recibir un premio al respaldo y a la fraternidad entre pueblos vecinos.

LA CHOPERA: NUESTRO PEQUEÑO CENTRAL PARK

El Ayuntamiento de Guadalajara hace dos horas acaba de informar a través de sus redes sociales de un nuevo aviso amarillo en Guadalajara por altas temperaturas para el día de hoy desde las 13h. hasta las 21h. Ruega precaución. Y eso es todo.

Uno espera de su Ayuntamiento no solo un ruego a la precaución si no mucha mas información y sobre todo políticas de intervención, planes y financiación para paliar y luchar eficazmente contra este asunto del calor extremo en las olas de calor. Nos falta información de la medidas adoptadas, nos falta un Plan con objetivos medibles que puedan verificar si las medidas proyectadas han sido exitosas o no, si es que hay medidas claro. Nos falta un mapa o listados claros de los refugios climáticos que hay en Guadalajara. Nos falta un sistema de alerta temprana ante las olas de calor. Nos faltan medidas de infraestructuras de sombras para paliar el calor, las pocas que hay no funcionan. ¿Qué medidas están tomando en esta asunto nuestro gobernantes? ¿Cuánto invierten de nuestros impuestos en ello?

Solo con ver la temperatura que marcan los termómetros, a los guadalajareños se nos quitan las ganas de salir a la calle. La ciudad es un horno, hay un calor horroroso. Si queremos que «Guadalajara se vea, se sienta y se recuerde», además de gastar nuestro dinero en letras y «diamantes» tenemos que crear y cuidar espacios con sombras para protegernos de estas temperaturas extremas de calor que sufrimos.

Uno de los pocos refugios climáticos que tenemos en Guadalajara es el Parque fluvial de la Chopera, es nuestro pequeño Central Park; últimamente se ha limpiado la cara de su margen derecho; hace unos días la alcaldesa salía a presumir de ello, pero la realidad es que necesita más intervenciones para desarrollar todas las potenciales que tiene como vía de biodiversidad de fauna, flora; de foco de esparcimiento, de deporte, de turismo y de salud.

Se tiene que retirar basura, desbrozar, destapar, podar, controlar especies vegetales invasoras que puedan afectar la flora nativa y la dinámica del río. Se tiene que cuidar y mantener la vegetación de ribera que posee pues es beneficioso para prevenir inundaciones y proteger el ecosistema fluvial. Se debe de hacer algún dragado en ciertas zonas y retirar sedimentos acumulados en el cauce, pero con precaución, ya que el dragado puede afectar la dinámica natural del río.

Se tiene que descontaminar el Henares y buscar reducir el uso de productos químicos y evitar vertidos contaminantes que puedan llegar al río. Se debe evaluar la calidad del agua realizando análisis periódicos para detectar contaminantes y tomar medidas para su reducción. ¿Se pondrán las administraciones de acuerdo en ello? ¿O seguirán con sus peleas y guerras ideológicas y partidistas dejando de lado lo verdaderamente importante par el bienestar de los guadalajareños?

CUANDO NO HAY SALIDA LA ÚNICA SALIDA ES RESISTIR

Soy de los cree firmemente en la Política como herramienta útil para que la sociedad solucione sus problemas. La política debe ser capaz de abrir espacios para el encuentro, para los acuerdos, para conciliar, para decidir, para armonizar, para formular, para ordenar, para gestionar y para resolver. No tenemos que dar la espalda a la Política y es nuestra obligación como ciudadanos exigir que esas funciones que tiene la Política se desarrollen adecuadamente, sobre todo en lo relacionado con la gestión del poder y de nuestros recursos. Debemos exigir a nuestros políticos honradez y honestidad y una clara y plena vocación de plenitud personal al servicio de los ciudadanos y del bien común o interés general. Nuestros gobernantes han de ser íntegros, porque los elegimos y los pagamos para que lo sean.

El poder siempre ha formado parte de la fórmula para gobernar, está presente en todas nuestras relaciones porque su naturaleza es relacional; es un agente transformador de la sociedad y siempre está fuertemente ligado a la acción política; ahora bien cuando ese poder se ejerce con abuso y de una forma inadecuada todo se deslegitima y por consiguiente esas políticas y ese gobierno se resquebrajan, dando lugar a la aparición de la desconfianza, sobre todo en en escenarios como en los que vivimos a día de hoy en España, que cada vez son más complejos y con múltiples variables.

En mi trayectoria en la Política siempre he tenido presente a Tómas Moro, a él le ofrecieron poder, pero eligió la verdad. Santo Tomás Moro es patrono de los gobernantes, pero también de todos los que luchan por ser fieles a su conciencia. Para él la Política debe ser interpretada como una misión y no como una profesión, y llamó a quienes ocupan cargos políticos a no perder nunca de vista la dignidad de la persona, a trabajar siempre por el bien de la comunidad, a proteger la sociedad en la que vivimos. Él tenía un prestigio y una profesión muy consolidada como abogado y no necesitaba de la Política para vivir, no era de los que querían servirse de la política, sino de los que venían a servir a la política; ni tampoco venía a la política a buscar poder o fama o a beneficiar a amigos y familia. Venía a influir en la Política y a hacer mejor la vida de sus vecinos con sus consejos y con su dedicación; venía a terminar y remendar los vicios consolidados del Sistema a pesar de que sabía que eso le llevaría a vivir tempestades. Para ello animaba a la clase política a ejercer la ejemplaridad, tenía claro que ella y su influencia pueden cambiar, aunque fuese poco a poco. Moro estaba convencido de que el único método para lograr un cambio profundo y duradero en la sociedad, era el buen ejemplo de una forma constante, no puntual. También tenía claro que la pasión por el poder en política es legítima, y que la cuestión está en saber dirigir y enfocar esa ambición hacia los fines propios del ejercicio del poder, que no ha de ser otro que servir a los demás, en vez de servirse a sí mismo. El poder necesita pasión pero también control.

Ayer se celebró la festividad de Santo Tomás Moro pero hoy volvemos al día a día con nuestra frenética y agitada vida política; esto es un no parar y todo cambia en cuestión de minutos. Muchos creen que estamos ante el final del sanchismo y que pronto vendrán elecciones; olvidan que Sánchez tiene muy bien aprendido y grabado a fuego aquella frase de Negrín que “cuando no hay salida, la única salida es resistir”.

 

 

SAN CAÍDO DEL GUINDO

Hoy, 13 de junio es San Antonio, pero bien podría ser “San caído del guindo”. Esta expresión popular se usa para referirse a la ignorancia y/o la credulidad que, inocentemente, muestra alguien sobre un asunto. El guindo es un árbol frutal similar al cerezo en el que sus ramas suelen ser muy bajas y endebles, por lo que es muy fácil subirse a él pero también caerse del mismo debido a la fragilidad de las ramas que no aguantan el peso. En mi pueblo existía la divertida costumbre de gastar una broma a los más ingenuos indicándoles que se subieran al guindo para recoger sus frutos y, evidentemente, se caían al suelo al no soportar las ramas sus pesos.

Al compungido y apesadumbrado Pedro Sánchez solo le faltó ayer en su afligida rueda de prensa un guindo para simular una caída y ponerse a llorar. Pero no caben los lloriqueos, les han pillado con un saco lleno de corrupción, con pucherazos en sus primarias y con financiación ilegal del partido. En vez de falsos e inútiles perdones se tiene que ir a su casa, en principio por la falta de diligencia, en forma de culpa “in eligendo o in vigilando” a “dos” Secretarios de organización que nos han robado a todos los españoles. Y por supuesto las bases del PSOE y todos sus altavoces mediáticos, en vez de apoyarle y sostenerle, deberían exigirle la dimisión por haber amañado sus primarias y haberles robado la democracia dentro de su propia institución. Desde el más absoluto respeto a la presunción de inocencia, creo que eso deberíamos hacer hoy todos; y no seguir siendo cómplices de esta ignominia. Ya no valen silencios cómplices y miedosos o lloriqueos como los de la presidenta de Navarra, María Chivite que declaraba entre lágrimas que “lo que había leído en el informe no se correspondía con la persona con la que había compartido su carrera política, que era su compañero de partido y amigo”.

El informe de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán describe una organización criminal en la cúpula del PSOE. Santos Cerdán amañó las primarias del PSOE. Mandó un mensaje a Koldo en el que decía: «Apuntas como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes las dos papeletas». El sistema de partidos está contaminado. Estos partidos son sólo máquinas electorales en la búsqueda ambiciosa del poder y solo responden a los intereses espurios de sus élites. No hay ni valores, ni principios, ni libertad, ni democracia dentro de ellos. El tema de la financiación de los partidos políticos es un tema con mucho por hacer, urge un nuevo modelo; falta transparencia, exigencia en el control y también proporcionalidad.

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