El debate sobre el adoctrinamiento en las aulas está siendo protagonista estos días en el Congreso. El martes pasado no salía adelante una moción de Ciudadanos por no conseguir el apoyo ni del PSOE, ni de PODEMOS, que votaron en contra, ni del PP, que se abstuvo. Dicha iniciativa instaba al Gobierno a desarrollar un marco normativo para que la Alta Inspección Educativa pueda actuar de oficio, para como dice la Constitución garantizar los derechos de todos los alumnos, supervisar y controlar la Educación.
Ante la no aprobación de la moción, ayer miércoles la formación naranja y el Grupo Popular registraron dos iniciativas de propuestas de ley para reforzar las funciones de la Alta Inspección Educativa, aunque con fórmulas distintas. Mientras el PP quiere dar más atribuciones al Ministerio de Educación, Ciudadanos quiere que sea una agencia independiente, con personalidad jurídica propia, adscrita al Ministerio y con un control parlamentario y judicial.
Es importante que no haya un solo colegio donde no se adoctrine e ideologice en sus aulas y en la que ningún maestro pueda manipular y estigmatizar a un alumno por ningún motivo. Tal vez el grupo de Ciudadanos debiese de ser coherente en este asunto y tener una concordancia entre la ideologización en el asunto de Cataluña y la ideologización de género que impuso junto con PP, PSOE, Podemos votando SI a la ley de ideología LGTBI en la Asamblea de Madrid; obligando a los centros educativos al tratamiento específico de la identidad de género en las aulas e imponiendo una ley de ideología LGTBI que supone violar derechos fundamentales como libertad ideológica, religiosa, de pensamiento, de libertad de opinión en materia de sexualidad y por supuesto de educación.
Tal vez ciudadanos debiese ser razonable y exigir con la misma contundencia que lo hace en el asunto del adoctrinamiento en Cataluña, en el asunto de la ideología de género en los colegios públicos y concertados en los que se está vulnerando el derecho de las familias a decidir sobre la educación moral de sus hijos. De no hacerlo sería inentendible, ilógico y contradictoria su postura y pensaríamos que estamos ante un grupo sin ideario pero con una ideología clara.