JÉSSICA, ÁBALOS Y LA PROSTITUCIÓN

La comparecencia en el Tribunal Supremo de Jéssica, la mujer con la que José Luis Ábalos mantuvo una relación hace años, ha dado mucho que hablar y dará. Lo que más me sorprende de todo esto es que nadie en las empresas públicas Ineco y Tragsatec, en las que fue enchufada, denunciase que esta persona cobraba un sueldo por no trabajar ni un solo día a pesar de que la empresa vigilaba de forma intensa la asistencia y exigía con firmeza el cumplimiento presencial de la jornada laboral a sus cerca de 4.000 empleados, sin posibilidad de teletrabajo. Sin embargo, según declaró ante ante el Tribunal Supremo, no fichaba su jornada diariamente, sino que lo hacía semanalmente. ¿Quién debería haber vigilado qué esas normas laborales de asistencia se cumplían? ¿Se hizo pública la vacante de ese puesto de trabajo?

Otra de las cosas que también me llama la atención y que este caso ha puesto en el disparadero de la calle es la hipocresía que hay hacia en el asunto de la prostitución y de las trabajadoras sexuales, especialmente escandaloso en la clase política; pareciese que responde a la mala conciencia del pecador que pretende expiar sus pecados señalando las faltas de los demás; sobre todo en las filas socialistas que por el día fingen luchar por los derechos de la mujer para abolir la prostitución y por la noche la fomentan en compañía de los conseguidores de su partido. La hipocresía en nuestros políticos es un problema muy serio, que tiene consecuencias negativas para la sociedad civil. Este cinismo daña la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes y provoca que no creamos en ellos ni en la Política, porque vemos en algunos de ellos que por el día fingen luchar para abolir la prostitución y por la noche la fomentan.

Tengo una amiga que lleva luchando desde hace muchos años por sacar a los trabajadores sexuales de la marginalidad impuesta por la abolición de la prostitución y se ha enfrentado a la enorme dificultad de comunicarse con políticos y prensa subvencionada. Por ello, escribió un libro titulado: “Falsa prostitución. Destapando la puta realidad. Un viaje por Europa”; en el que nos cuenta los diferentes enfoques legales y abolidos en Europa, para que la sociedad sepa y entienda que la abolición no será la solución de la prostitución. La prostitución es un fenómeno muy controvertido que durante siglos ha formado parte del debate social, político y judicial de la historia. Actualmente, algunos Estados de la Unión Europea han implantado políticas que han permitido su regularización, por lo que en países como Holanda la prostitución está considerada un oficio legal, mientras que Suecia apuesta por su ilegalización. Sin embargo, el debate sobre la legalización de la prostitución continua en países como España, donde permanece la duda de si considerar este fenómeno como fuente de ingresos, otorgando derechos laborales a las trabajadoras sexuales es posible.

Nuestro políticos deberían coger este toro por los cuernos y dejar a un lado sus complejos y su cinismo fariseo para empezar con voluntad política a conocer y debatir con todas las partes involucradas, para de esa forma poder dar una solución a la actual situación que vivimos en España con este asunto en la que no existe normativa sobre la legalidad de la prostitución voluntaria. Es necesario aclarar el termino prostitución y definir lo que es voluntaria e involuntaria. Es importante definir que el tipo de prostitución y debatir sobre su legalización y regularización y también conocer y estudiar la realidad que se vive en torno a la prostitución.

Urge una normativa sobre prostitución adulta, voluntaria y libre para que se regule este oficio laboralmente y se les ofrezca el pleno reconocimiento de los derechos laborales y los beneficios que ello conlleva, además de permitir obtener una fuente legitima y legal de ingresos. Esa regulación, sin ninguna duda, podría traer consigo una mayor seguridad, bienestar y una mejora de las condiciones de trabajo porque se ejercería de una forma más libre e independiente y por supuesto en mejores condiciones sanitarias. Otra de las mejoras sería en lo relativo a impuestos y seguridad jurídica y laboral al ser trabajos sujetos a cotizar y pagar IRPF e IVA. Por supuesto esta regularización también supondría un impacto positivo en la reducción de la trata de personas y la explotación sexual.

EL VOX DE TRUMP Y DE PUTIN

Este sábado pasado fui invitado a intervenir en el acto que organizaban los “críticos de Vox” en Madrid con el objetivo de reclamar a la dirección que preside Santiago Abascal un congreso de “refundación” del partido para recuperar las señas de identidad con las que nació y volver a celebrar elecciones primarias para recuperar la vigencia del manifiesto fundacional y la de exigir responsabilidades por la ausencia de democracia interna y de la anulación del derecho a opinar. Accedí a la invitación en honor a la verdad y en la búsqueda de la democracia y de la libertad de expresión que debería de haber en cualquier partido. Allí todos compartían la sensación de que no la hay, que “nos han robado el partido”, que no saben quién está al mando ni qué rumbo lleva, que su presidente ha traicionado el proyecto y que ha pasado a ser rehén de los intereses de Orbán, de Putin y de Trump.

Inicié mi intervención hablando de “éxito”: he conocido a muchas personas infectadas por el “virus del éxito” como para saber que los vapores del triunfo actúan en nuestro organismo como las drogas, en un inicio nos produce sensaciones intensas de placer, de poder, de ímpetu, de entusiasmo, de dominio, pero a esta euforia inicial le siguen otros efectos que tienden a subirse a nuestro cerebro y aturdirlo, nublan nuestra visión y nos vuelven torpes y confusos. Corría el año 2017, cuando al finalizar una de las reuniones del Consejo Político de Vox -en la modesta, humilde e inicial sede de Vox de la calle Diego de León- le pedía a Abascal que no se emborrachase de éxito llegado el momento. Siempre he tendido muy claro que hay algo más difícil que sobreponerse a los fracasos es sobreponerse al éxito. El triunfo puede convertirse en tu peor enemigo.

Yo llegué a ese Vox inicial allá por el año 2014. Llegué de la mano del politólogo Lorenzo Abadía, por aquel entonces asesor de Alejo Vidal Cuadras. Lorenzo y yo liderábamos un movimiento que defendía y buscaba la necesaria reforma de la Ley Electoral y un cambio del sistema político que otorgase, por medio de la democracia, el protagonismo al ciudadano. Lo buscábamos con la incorporación de fórmulas para regenerar nuestra Democracia como la del Diputado de Distrito entre otras. En las democracias más desarrolladas no hay listas impuestas por los partidos, sino que cada persona se presenta individualmente ante circunscripciones, lo que garantiza la igualdad y la democracia verdadera. Lo incorporamos a Vox con Alejo al mando, formaba parte del manifiesto fundacional, pero el Vox de Abascal lo escondió, lo tapó. Teníamos muy claro que España no es una auténtica democracia porque los ciudadanos no elegimos el menú a comer. El menú lo eligen los que mandan, que son los partidos, las cúpulas de los partidos hacen y deshacen, y los parlamentarios que finalmente llegan al Congreso sólo están ahí para perpetuar en el poder a los partidos. El resultado de todo ello es que estos parlamentarios no defienden al ciudadano, sino a los partidos que los pusieron allí.

Y a eso llegué al Vox inicial, al Vox de Alejo como presidente, cargado de ilusión, de pasión, de ganas de cambiar las cosas. Apoyando el proyecto desde la lealtad y el rigor y a veces con mucho trabajo y esfuerzo. Me pidieron que entrara en el Consejo Político para llevar el área de Educación y la de Mundo natural y rural. El Consejo Político era, y digo era porque Abascal lo borró de un plumazo, era un órgano consultivo que orientaba, estudiaba y proponía al CEN ideas, propuestas y programas en distintas materias; era la máquina de las ideas en Vox.

La historia de Vox es la de un partido que pudo ser muy necesario pero que unos pocos han laminado, han vendido. Cuando Vidal Quadras es invitado a irse porque Abascal se hace con el poder, muchos de los seguidores de Alejo se van con él. Abascal, en ese momento, me pide que continúe en su Vox para luchar por la libertad de educación y para defender el español como lengua vehicular y para defender al campo y el mundo rural. Yo había llegado a eso a Vox entre otras cosas. Me convenció; es un buen encantador. Es entonces cuando empezamos a promover el Pin parental y el cheque educativo y asistimos a multitud de manifestaciones en Valencia para defender el español en las aulas. También empiezo a crear y liderar un grupo de expertos para la defensa del mundo rural y sus tradiciones.

En esos años Javier Ortega Smith comienza como secretario general a crear las vicesecretarías que conocemos. Él me pidió que fuese responsable y Vicesecretario Nacional de Formación. Accedo y empiezo a organizar la formación en Vox y los Campux de verano que son todo un éxito. Se hacían las cosas desde el corazón y sin cobrar un duro, al contrario poníamos, tiempo, dinero y neuronas. Posteriormente se ha convertido en un verdadero chiringuito en la formación en Vox en la que entra mucho dinero.

Vox ya no es lo que era ¿Verdad?, les pregunté a los asistentes. Pueden imaginar sus caras y sus respuestas: “perdidas de libertad, sin posibilidad de expresarte libremente, sin democracia interna…etc”. En Vox hace tiempo que desapareció el modelo del esfuerzo, de trabajo y de la mente crítica y ha dado paso al modelo del amiguismo, del negocio, de la sumisión y de la oficina de colocación de amiguetes. Muchos teníamos clara la necesidad de un liderazgo de un presidente fuerte, elegido democráticamente pero con poder real y no gobernado por diferentes órganos que obstaculizan el partido como al final ocurrió. El partido de los valores, de los principios, de las ideas y de la ejemplaridad y transparencia ha ido desapareciendo en favor de la opacidad y de los intereses comerciales y conveniencias espurias de unos pocos. Tengo la firme convicción que la principal crisis se remonta a cuando Vox decidió eliminar las primarias tras un cambio estatutario llevado a cabo justo antes de las elecciones generales, municipales y autonómicas de 2019. Aquella maniobra de Abascal impide cualquier posibilidad de regeneración y de la viabilidad de un plan para impedir que aquel Vox inicial y su manifiesto fundamental y sus principios inspiradores vuelvan.

El camino elegido por el Vox de Abascal va en esta dirección y le lleva al aislamiento y la bunkerización. Aquel enfoque inicial de aquel Vox solo puede llevarnos a la aceptación melancólica de un destino trágico al que las élites de Vox nos han traído. El Vox de Abascal ha entrado en una espiral de autodestrucción muy difícil de enderezar. Desde mi más humilde sinceridad les dije que tristemente había que partir de una premisa: en Vox no se dispone de un marco legislativo interno ni por supuesto constitucional para la regularización de los mecanismos de democracia interna. Ya se encargó Abascal de eliminarlo. Los partidos deberían de encontrar frenos normativos internos que contengan estos tipos de abusos y de maniobras caudillistas.

El Vox de Abascal nos traicionó a muchos; nos vendió a otros órganos y a otros intereses alejados del partido, de su ideario y de su manifiesto fundacional. Manifiesto fundacional que eran los principios inspiradores de un proyecto político para la renovación y el fortalecimiento de la vida democrática español, con el objetivo de cohesionar la Nación, conseguir la eficiencia del Estado, mejorar la calidad de las instituciones, garantizar la honradez de los responsables públicos e impulsar el crecimiento económico en beneficio de todos los ciudadanos. Manifiesto que nacía para unir a todos los españoles. Para que existiese realmente un vínculo entre representantes y representados. Para que la separación de poderes, base de la democracia constitucional, fuera real. Para potenciar la creación de un Estado fuerte y eficiente, administrativamente descentralizado y capaz de acomodar y reconocer la pluralidad histórica y cultural de nuestra Nación. Para que fuese clave la economía de mercado, la libre iniciativa y el pleno reconocimiento del derecho de propiedad. Para hacer de la educación una de las grandes prioridades nacionales. Para elaborar y promover una nueva Ley Electoral que sustituya el actual y que refleje fielmente el pluralismo social y favorezca a la vez la gobernabilidad del país. Para exigir una nueva Ley de Partidos que garantice su funcionamiento democrático. En resumidas cuentas para hacer una España unida, fuerte y segura de sí misma. Pero, como les dije: todos los partidos prometen cambiar estos sistemas tan poco democráticos pero todos se olvidan cuando pisan moqueta. En todos los partidos actuales se asfixia a los “disidentes” que quieren provocar estos cambios, que buscan democratizar y hacer más transparente todo. Todos los partidos que tenemos en España son organizaciones que ejercen este tipo de presiones y mandamientos a sus bases y militantes.

El Vox de Abascal ha decidido convertir a su partido en un ariete contra el Partido Popular, aunque eso suponga boicotear la construcción de una alternativa sólida al sanchismo. Ha traicionado a los principios del partido que él mismo fundó. Ha tomado unilateralmente decisiones adoptadas al margen de la militancia y de la mayor parte de los dirigentes del partido. De ahí viene mucha decepción, muchas bajas de afiliados, muchas crisis, muchas dimisiones y enfrentamientos. La militancia política en un partido es algo demasiado importante, demasiado serio, porque te identifica públicamente con una serie de ideas y personas. Y eso, te da satisfacciones pero también te cierra puertas, te crea problemas y preocupaciones.

Puse fin a mi intervención diciendo que la política no puede ser un negocio y que tampoco un partido puede estar supeditado ni subordinado a agentes externos como a Abascal le ocurre con Orbán, con Putin y con Trump. Trump se está repartiendo el mundo con sus nuevos socios delante de nuestras narices como si fuera el dueño y señor. No solo deciden sobre la soberanía de Ucrania sin Ucrania sino que, además, deciden de la política de Europa sin Europa. Abascal y sus socios de Patriots no solo han traicionado a Zelenski y a los ucranianos, también a los agricultores apoyando a Trump y sus aranceles; y por supuesto también a todos los que creemos que el comunismo no trae nada bueno a ninguna sociedad; y él ahora lo abraza y se hace compañero de armas de un Trump, de un Orbán y de un Putin que quiere pasar a la historia como los que impusieron un nuevo orden mundial.

El acto finalizó con la aprobación de lo que decidió llamarse la «Declaración de Barajas», un documento que aglutina todos los reproches, las proclamas y las demandas que se solicitarán al Vox de Abascal, entre las que destacan la ausencia de democracia interna, las dudas sobre la financiación del partido, la decisión de romper los gobiernos autonómicos de coalición con el PP o la integración del partido en el grupo del Parlamento Europeo Patriotas y la salida de los Conservadores y Reformistas (ECR) de Giorgia Meloni.

DE HÉROE A VILLANO EN EL VOX DE ABASCAL

La política recoge los casos más sangrantes y curiosos de héroes convertidos en villanos de la noche a la mañana. Es muy común en estas organizaciones políticas construir héroes y padres de la patria otorgándoles exageradas virtudes y capacidades; y de la misma manera también es propio convertirlos en villanos y traidores, y aquellas virtudes y cualidades en defectos y deficiencias inasumibles. Esto ha ocurrido con Juan García-Gallardo y su inesperada dimisión de todos sus cargos orgánicos en Castilla y León y en el partido de Santiago Abascal. Los héroes del presente en Vox tienen fecha de caducidad demasiado efímera y están pendiendo de un hilo si te conviertes en alguien mediático con cierto protagonismo y no acatas sumisa y estrictamente las directrices y decisiones de los que mandan allí. Entonces, como les resultan incómodos estos perfiles tan poco dóciles, les hacen perder el brillo de héroe en su mirada y en un abrir y cerrar de ojos te convierten en villano a través de sus crueles campañas, en las que intentan hundir reputaciones y difamar a través de sicarios que forman esos batallones de bots de haters y de odiadores que desprecian y critican destructivamente en redes sociales y que están coordinadas desde la sede de Bambú. Esta salida fulminante del que fue vicepresidente de la Junta de Castilla y León deja al desnudo la falta de libertad de expresión y el funcionamiento interno de este partido y por extensión el de todos los que componen el arco parlamentario de este país. Son partidos que han evolucionado muy poco desde su aparición en el siglo XIX y cuyo funcionamiento resulta cada vez más obsoleto y alejado de los nuevos tiempos y de la representación real de los españoles.

A día de hoy me sigue costando entender cómo los afiliados y simpatizantes de Vox pueden tragarse la milonga de Abascal y de sus socios a la hora de convertir a sus héroes en villanos en tan sólo un par de días, aunque sé muy bien por qué, para qué y cómo lo hacen desde dentro de Vox. Existe un denominador común en todos los que nos enfrentamos a la falta de democracia interna, al chantaje y amenazas en este partido tan oligárquico, tan de ordeno y mando donde no llevan bien que pienses diferente, que tengas pensamiento propio y sobre todo que tengas planteamientos discordantes con lo que defienden Abascal, Buxadé, Kiko Méndez Monasterio o los Ariza. Solo ellos deciden todo, cuando alguien se opone es considerado enemigo y se le reduce al destierro y al aislamiento. Lealtad no es servilismo, ni sumisión; y por supuesto ante el chantaje y las amenaza nunca puedes agachar la cabeza ni tolerarlas una sola vez. Esta huida hacia adelante que ha mostrado Abascal este fin de semana pasado es un claro síntoma de la dificultad que tiene para dirigir su partido debido a la oposición interna que vive Vox por la ausencia de democracia interna y libertad de expresión; y porque no se pueda decir allí lo que uno piensa. Ha debido olvidar que eso es la base de la democracia.

Estos acontecimientos recientes constatan lo que algunos veníamos denunciando: que la falta de ética, de principios, de valores, hacen de la vida política un ambiente irrespirable e inasumible dentro de este partido. Vox nació y vino a regenerar la vida democrática, no lo olviden que su diagnóstico era que España necesitaba una transformación democrática, liberar al pueblo español del yugo socialista, regenerar el sistema, reconstruir el Estado, terminar con la partitocracia y el derroche político. La solución era crear un partido que no fuese como los otros; pero Santiago Abascal cayó en la tentación en la que suelen caer las cúpulas políticas, ansia por el poder y amor ciego al dinero; y para ello se hace dueño y señor de Vox y persona imprescindible dentro de él; a pesar de que cacaree a los medios que en Vox nadie es imprescindible él si lo es, él y sus socios del tinglao empresarial y de la oficina de trabajo temporal en la que han convertido a Vox y en la que han ofrecido un exquisito sueldo a muchas de sus amistades e incluso esposas.

La historia real está repleta de líderes que, seducidos por el poder total y por el dinero acabaron dejando a un lado sus principios morales, su sentido del honor e hicieron de la política su modus vivendis y un negocio que no entiende de lealtades, ni de patriotismo, ni de ideales, ni de sueños, ni tan siquiera de amigos. A Vox lo terminará aniquilando Abascal con su rodillo dictatorial con el que ha tomado el control absoluto y secuestrado este partido; haciendo de él una organización sin democracia interna, sin debate de ideas, sin espacios de diálogos y en los que la oscuridad y la sombra del entramado empresarial de Julio Ariza, Abascal y su círculo de poder mueven los hilos dentro de esta organización política. Circulo formado por personas que ni tan siquiera son afiliados al partido y tampoco ostentan cargo orgánico dentro de Vox; respondiendo unicamente a intereses comerciales a través de un entramado opaco de empresas como la empresa Tizona Comunicación S.L, una de las que han sido las grandes beneficiadas del auge de Vox. O como la Fundación Disenso, presidida por Abascal de forma vitalicia manejando más de 10 millones de euros sin control alguno por parte de las bases de afiliados; fundación responsable de tomar las decisiones de la política internacional de Vox. Decisiones muy vinculadas a intereses extranjeros y subordinadas a agentes externos supeditadas a las financiaciones recibidas y lideradas por Orbán y los intereses de China y Rusia y de su financiación a la “nueva derecha”; con préstamos al partido de Abascal de 9.2 millones de un banco húngaro para su campaña de 2023. Por esa razón Vox deja de lado el grupo ECR en Europa y da un giro a toda su política internacional. La prueba de todo esto la hemos visto este fin de semana pasado en el que una decena de líderes europeos de la llamada nueva derecha se ha reunido en Madrid en torno a la primera cumbre de Patriots, el otro partido que preside Abascal y al que pertenecen también el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, la francesa Marine Le Pen y el italiano Matteo Salvini.

No es de extrañar por tanto que con todo este clima tóxico y con este malestar existente y miedo a represalias dentro de Vox, donde se anula el derecho a opinar, esté surgiendo un movimiento interno con espíritu de regeneración y de exigir la refundación del partido cansados de estas prácticas opacas y de una élite en torno a Abascal que instrumentaliza el partido poniéndolo al servicio de sus intereses personales y de sus conveniencias económicas. El Vox de Abascal es irreconocible para muchos de los que hicimos nacer este proyecto y que le posicionamos con mucho esfuerzo, ilusión, esperanza y trabajo como tercer partido de España. Hoy es un negocio “patriótico” controlado por intereses económicos y dirigido por una pequeña élite que no rinde cuentas a nadie y en la que solo persiguen sus conveniencias espurias. El grado de desprestigio, de disfuncionalidad organizativa y de dependencia del gran líder Abascal esta por encima de los niveles adecuados para que Vox puede ser un partido que pueda cogobernar España con cierta fiabilidad. Vox es un partido más del sistema que se pervirtió cuando era tan solo un adolescente y en el que sus afiliados y simpatizantes tienen una absoluta ceguera y fe ciega que les incapacita para poder pensar que las cosas puedan ser distintas en el Vox de Abascal. Él ya se encargo hace unos años, a través de la reforma de los estatutos del partido, de bunkerizar la cúpula de Vox para ser dueño y señor del cortijo mientras le interese serlo; esto por un lado hace imposible su regeneración y por otro no puede hacer más que arrastrar a sus futuros y posibles socios de gobierno a la inestabilidad.

Así solo podremos ver en Vox portazo tras portazo, vergonzosas expulsiones, purgas, cribas y un montón de goteo de bajas dejando un Vox cada vez más mediocre y más sumiso a los intereses de Abascal y de su clan empresarial. Cualquiera que sea libre, que no tenga conveniencias, que no sea un fanático con venda en los ojos o un hooligan radical podrá ver en lo que ha convertido Abascal a Vox. El resto sumisión al caudillo.

MONEDERO EN GUADALAJARA

Este próximo viernes 31 de enero Juan Carlos Monedero intervendrá en una conferencia en Guadalajara. El título elegido para ella es: «Ética y política. ¿Son incompatibles?”. Monedero fue uno de los invitados de Maduro en la última ceremonia de usurpación y asalto al poder y a la libertad de los venezolanos. Monedero fue asesor de Hugo Chávez durante casi 10 años hasta la muerte del dirigente en elaño 2013. Fundó el chavista Centro Internacional Miranda, y se reunía y despachaba con frecuencia con él en el Palacio de Miraflores de Caracas. Hace unos días impartía también una conferencia sobre derechos humanos en el Helicoide venezolano, la cárcel administrada por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), la policía política de Nicolás Maduro, es decir, la cárcel donde se ejecutan y realizan las peores torturas contra presos políticos de la oposición.

Resulta paradójico que Monedero, cómplice de toda la represión y tiranía que vive Venezuela dé charlas sobre humanismo, democracia, ejemplaridad y ética en la Política. Él, que desde hace años acompaña, asesora, aplaude y se involucra activamente en la insoportable e inhumana dictadura represiva de Maduro. Él, que cobra suculentas cuantías de dinero de Venezuela y de otros gobiernos de la órbita bolivariana por sus asesoramientos.

Por cosas como estas, la política, que debería ser la más noble de todas las tareas, ha pasado a devaluarse y a convertirse en un problema para los españoles y en una actividad tan cuestionada como necesaria. La endogamia de la partitocracia, el deficiente sistema de financiación de los partidos, la ausencia de democracia interna, el modelo de éxito caciquil, la falta de ética de muchos de nuestros gobernantes, la corrupción política, económica y moral, la falta de verdadera vocación y de espíritu de servicio no nos tienen que impedir creer y defender la Política con mayúsculas, la Política honrada, ejemplar y coherente, la Política carente de intereses y conveniencias espurias. La Política de la conciencia, la Política de lo que está bien y lo que no, de lo que se ha de hacer y de lo que debe evitarse. La Política de defender la integridad y la moralidad en el plano de lo público.

Claramente hoy el rechazo a los políticos y a sus modos de gobernar recorre todos los rincones de España, en la que los partidos políticos se han convertido en oligarquías con escasa representación ciudadana en sus filas, que convierten la democracia en una lamentable e intolerable partidocracia. Partidos que constantemente atacan y no respetan las instituciones; partidos que tienen como herramienta constante la mentira, el enfrentamiento, la demagogia y el populismo; partidos que solo buscan amedrentar y aplastar a su rival por encima de todo; partidos que solo están por y para el poder a cualquier precio, y para cuyo mantenimiento están dispuestos a provocar un enfrentamiento lamentable y peligroso que terminará generando violencia y enfrentamiento entre la sociedad civil. Partidos cuya gestión cuando gobiernan no se desarrolla en numerosas ocasiones con arreglo a la ley y descaradamente lo hacen de forma partidista y arbitraria incurriendo en desviación de poder e incluso prevaricación en algunos casos.

España es el país de la Unión Europea con más políticos ocupando cargos públicos. La cifra supera las 400.000 personas. El segundo país con más políticos es Italia que alcanza los 200.000 cargos públicos, la mitad que los nuestros. Alemania estaría en una tercera posición con apenas 100.000 políticos, eso sí, con el doble de población que España. En una sociedad abierta y democrática como la española, todos somos en mayor o menor medida, responsables de la clase política que tenemos porque los legitimamos con nuestro voto, con nuestro silencio, con nuestra inacción, con nuestra permisividad, con nuestra pasividad, con nuestra idolatría hacia ellos y con nuestro mirar a otro lado. No somos víctimas de ellos, somo cómplices y deberíamos combatir, no tolerar y no permitir que nuestros políticos y sus partidos que no dan la talla y son carentes a estas alturas de autoridad moral nos mientan, nos usen y nos traten de tontos. No están a la altura, están siendo negligentes en su tarea y en muchos casos corruptos. Ya no vale decir que estamos hartos y cansados con la clase política y con sus continuos enfrentamientos, crispaciones, discusiones de patio de colegio y luchas de intereses de poder; hay que combatirlo, no tenemos que tragar con ello, no tenemos que permitir que nos usen de moneda de cambio y de mano obrera en sus luchas ideológica y electorales y que nos clasifiquen en bandos y etiquetas, en culpables y enemigos.

Ellos se aprovechan de nuestra poca unión, nos quieren desunidos y desorganizados para no poder pararles los pies; y esto es lo que tenemos que hacer: unirnos a través de iniciativas que nos amalgamen, de asociacionismo civil, de iniciativas legislativas populares que les obliguen a debatirlas y a aceptarlas. Debemos participar más activamente de lo que estamos habituados a hacerlo, incluso desde dentro de ellos; solo así podremos cambiar las cosas que no nos gustan de esta democracia tan manoseada; solo así podremos profundizar y hacer madurar y evolucionar nuestra democracia y el Estado de derecho. Quejarse de nuestros políticos y gobernantes en la barra del bar no es suficiente, ya que nosotros somos los últimos responsables de lo que hacen con nuestro voto y de que campen a sus anchas degradando nuestra democracia de la forma como lo están haciendo. O les exigimos un proceso de democratización de los partidos políticos y que respeten la separación de poderes o seguirán apoyados en su oligarquía y populismo que nada nos representa.

Nuestro deber como ciudadanos es exigirles una Democracia verdadera, libre de corrupción, de amiguismo; una Democracia en las que los lideres y jefes de los partidos no confeccionen sus listas electorales en base a otros intereses y criterios que no sean otros que los méritos, el currículum o la experiencia y no la obediencia ciega y la sumisión a esas élites a las que prometieron fe ciega y servilismo. Tenemos que reclamarles que trabajen en la gestión del día a día de nuestras cosas y no de las suyas, y que dejen a un lado las intrigas y sus ambiciones personales. Debemos de pedirles coherencia; la política debe ser un lugar de coherencia entre lo que se dice, y lo que se hace. Es fundamental también reivindicar que nuestros políticos tengan una formación académica, unos requisitos, unas habilidades claves y conocimientos para poder llevar a cabo su labor con eficacia; deben de dominar técnicas de comunicación, saber negociar, tener capacidad de trabajar en equipo y conocer la administración y el funcionamiento de nuestras instituciones. Sin preparación, sin liderazgo y sin capacidad de servicio público no se puede ser político. Nuestro deber también es exigirles autocrítica y que no nos manipulen ni mientan en pos de la búsqueda de su interés propios o partidistas por encima del interés general de los españoles.

Y por supuesto hemos de requerirles para que tengan una experiencia profesional previa y un futuro laboral fuera de la política; la política no debe ser una salida laboral; hemos de evitar que muchos empiecen a hacer méritos para vivir de ello tempranamente en las juventudes de sus partidos; comienzan a ser concejales muy jóvenes y terminan ocupando puestos claves en los partidos con una escasísima formación. La Política no tiene que generar ese clientelismo en el que se intercambian ciertos “productos” en forma de contratos de trabajo, de cargos, de ayudas, de subvenciones, de ascensos en carreras profesionales, de publicidades institucionales etc a cambio de favores personales y negocios con una estructura social jerárquica muy definida en el que se abre la posibilidad de recibir recursos de ese clientelismo, pero que en su contra nos hace esclavos, presos y rehenes de esa relación clientelar, desembocando en numerosas ocasiones en focos de corrupción. Los partidos no pueden convertirse en oficinas de colocación de los suyos. España, se ha convertido en un país de políticos sin empleo anterior que viven de serlo. No tenemos que dejar en sus manos nuestro futuro, pues debemos ser nosotros los dueños de él, si no lo impedimos, será muy peligroso para nosotros e implicará, como ya ha ocurrido en otros tiempos, un serio retroceso para nuestra sociedad, para España.

NUCLEARES SÍ, MENOS EN ESPAÑA

Este pasado sábado tuvo lugar en Almaraz un gran manifestación contra el cierre de su Central Nuclear. La Plataforma Sí a Almaraz ha unido a casi todo el campo extremeño porque no renuncian a la Central Nuclear ni van a abandonar a sus trabajadores porque no encuentran motivos para cerrar una de las mejores centrales nucleares del mundo que es un ejemplo de seguridad, fiabilidad y profesionalidad y que se encuentra en las mejores condiciones técnicas para seguir operando, incluso hasta los 80 años; siendo además una fuente de generación de empleo estable de larga duración en una zona rural y altamente especializado que genera 3.000 puestos de trabajo, además de las 1.200 personas adicionales que se incorporan en cada recarga.

España es el único país del mundo que quiere cerrar nucleares; ¿qué intereses ocultos hay en esta decisión? Mientras que en todos los países la energía nuclear ha comenzado a vivir una expansión y están ampliando la vida operativa de los reactores operativos o invirtiendo en nuevos proyectos de reactores.

Mientras que los gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Amazon y Microsoft invierten en energía nuclear; mientras que países como Finlandia, Bélgica, Italia y Francia han multiplicado su inversión para poner en marcha nuevos reactores; mientras que la Unión Europea ha modificado su taxonomía sobre energías limpias (saben lo que se juegan) y ha incorporado la nuclear como una valiosa contribución a la descarbonización de la economía; mientras ocurre todo esto, en España por el contrario se irán apagando nucleares.

Parece que no hay marcha atrás en ese Plan General de Residuos Radiactivos que se aprobó en Consejo de Ministros el 27 de diciembre del 2023 que conlleva el cierre de las centrales nucleares españolas entre los años 2027-2035 y también cambios en la forma en que se almacenarán los residuos radiactivos. El coste en dependencia energético de otros países será tremendo al igual que el coste humano al perder miles de puestos de trabajo de personal altamente preparado.

España va contra corriente y su tendencia a contar con la energía nuclear es contraria a la mundial porque el Gobierno de Pedro Sánchez así lo ha decidido, a pesar de que en España existen actualmente siete centrales nucleares en operación que proporcionan el 20% de nuestra generación eléctrica. ¿Cómo pensarán que vamos a ser soberanos energéticamente y poder alimentar todas nuestras necesidades energéticas? Este es un ejemplo más de la soberbia y de que el necesario consenso político y social, que el empleo rural y nuestras necesidades más básicas les importa muy poco o nada, así como una previsible subida de precios de la energía que indefectiblemente llegará para todos los españoles.

Esta decisión, este calendario de cierres es un gran error y no solo en lo energético o en lo económico, también en lo social y en lo medioambiental; y todo porque Pedro Sánchez tiene que pagar con esta decisión y con esta posición ideológica a sus socios de gobierno para mantenerse en el poder, importándole nada el daño que nos va a hacer y sabiendo que mientras que las renovables crezcan y lleguen nuevas fuentes energéticas, necesitamos lo nuclear para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico español y para evitar posibles crisis energéticas y dependencias en el futuro.

Así que el futuro de Almaraz parece no tener marcha atrás y empezará a enfriarse este año para dejar de producir electricidad, definitivamente, en 2027. Y Trillo, aquí en nuestra querida Guadalajara, a pesar de ser la central nuclear más moderna de España y de recibir la autorización para operar sus últimos diez años también tiene fecha de caducidad señalada si nada cambia y será la última central nuclear en cerrar. Renunciar a la energía nuclear dentro del momento de transición energética que vivimos y de las necesidades de demanda es pegarse un tiro en el pie. El gran reto que tenemos ahora en este asunto es atender a la creciente demanda de electricidad.

EL POLLO Y LOS HUEVOS EN VENEZUELA

Este fin de semana conversaba con una amiga venezolana y me contaba que ya son más de 7,7 millones de personas que han salido de Venezuela buscando una vida mejor. Me decía que su sueldo allí es de 25 dólares y que la media es aún mas baja para la mayoría de venezolanos; “sueldo con el que apenas tienes para nada”. Una de las mayores escaseces con las que viven es la de medicamentos y el mercado negro hace su agosto por los elevados precios con los que tienen que adquirirlos. Con los alimentos y otros productos básicos ocurre los mismo y eso -me dice mi amiga entre lagrimas- “ha provocado que el consumo de proteínas haya bajado a niveles muy dañinos para la salud alimenticia”. El kilo de pollo está a tres dólares y “ahora ya no se desecha ni las vísceras ni los huesos”. El cartón de huevos les cuesta 3,5 dólares; y es una de las principales y pocas proteínas que los venezolanos pueden consumir, ya que la carne o el pollo supera con creces el precio de los huevos.

Y no solo las neveras están vacías en Venezuela, la situación es grave y dantesca en muchas facetas de la vida, por ejemplo en reparar un coche. Hace un mes a mi amiga se le estropeó el coche y tiene que cambiar el motor de arranque y la batería; no puede arreglarlo porque le cuesta una barbaridad. Lo tiene parado porque el arreglo le cuesta 5 sueldos mensuales. Todo esto está provocando que la delincuencia se haya disparado a niveles muy peligrosos y es difícil vivir con cierta seguridad porque la violación de los derechos humanos como el derecho a la alimentación, a la salud, hasta el derecho a elegir, a protestar a disentir se han visto minimizados o anulados al completo.

Las lágrimas aparecen de nuevo en la conversación telefónica con mi amiga cuando me recuerda otra vez que la situación de Venezuela es grave y triste y que es difícil encontrar una persona que no tenga en la cabeza y en sus planes salir y huir del país en cuanto pueda. Me decía entre sollozos que antes jamás se le hubiese pasado por la cabeza a ningún venezolano irse a Estados Unidos o a Europa a buscar mejores oportunidades. A día de hoy -me comentaba- no existe una sola familia donde uno o dos miembros no se hayan ido del país. La situación es muy grave y me explica que jamás hubiese imaginado vivir en las condiciones que vive y ver a todos sus amigos y la mayoría de familiares disgregados por medio mundo. “¡Ojalá algún día volvamos a reunirnos todos juntos!”. Se te rompe el corazón cuando escuchas esto.

Le pregunté por los niños y por la Educación; me comentaba que cada vez hay más absentismo y abandono escolar temprano, que se ha deteriorado muchísimo la educación y la moral porque se ha impuesto en casi toda la sociedad venezolana un esquema mental con un pensamiento individualista y muy egoísta, carente de valores, de humanidad y de solidaridad a pesar de que las calles están llenas cada vez de mas mendigos y es necesaria mucha ayuda humanitaria.

Otra cosa que me cuenta mi amiga es en relación con los continuos cortes diarios de luz que sufre; con el sistema de las horas de luz y horas sin luz impuestos por el gobierno de Maduro. La energía se raciona por partes: le quitan la luz a unos para dársela a otros, y así alternativamente; las calles están sucias, oscuras y con montañas de basura acumulada. Con el agua, me comenta, pasa lo mismo, hay cortes y “tenemos que estar acumulando agua porque puedes estar sin ella muchos días”.

La vi más decaída, triste, agotada y desesperada que nunca. “Es difícil ser feliz aquí”, me decía otra vez entre lagrimas y llantos. Mis padres están ya jubilados y no tienen ni para la compra mensual; gracias a que ella y su hermana trabajan y les ayudan pueden sobrevivir mes a mes. Allí se levantan a las 4:00 h., se lavan o bañan si tienen agua y los productos de aseo e higiene personal escasean “y de usar un perfume ni hablamos” me dice, porque hay cosas muchos más importantes y prioritarias que comprar.

Tiene que ir en transporte público porque no tiene el coche operativo y eso de ir en el autobús publico es otro episodio dramático porque falla constantemente debido a que los buses son muy antiguos y los repuestos ya pueden suponer lo que pasa con ellos: caros y difíciles de conseguir. Tiene que levantarse además una hora antes para ir a cogerlo a unos cuantos kilómetros de distancia de su casa y siempre pensando en tener suerte y que el autobús no pase de largo tras esperar una hora porque va lleno.

Ni los bancos tienen dinero” me comenta con risas la mujer. “Tienes que hacer cola desde la madrugada para intentar ser de los primeros y aún así el banco te da una irrisoria cantidad”… Y olvídate de los cajeros. “Tengo compañeros”, me dice, “que se piden el día en el trabajo para ir a por dinero al banco”. Se me parte el corazón a media que la conversación con mi amiga avanza y le aconsejo emigrar, pero me dice que no entregan pasaportes fácilmente y encima les cuesta alrededor de unos 1.000 dólares por persona. “Aquí todo está politizado: la justicia, la policía, los medios de comunicación, la sanidad”… todo, me dice con pena. Me explica que allí se vive con miedo porque cada día hay más asesinatos, secuestros, extorsiones, robos y más armas ilegales en la calle. También hay menos detenciones por delitos y menos capacidad de respuesta policial. Que también hay más epidemias.

Sobrevivir se ha convertido en un reto allí en Venezuela; lo habitual es que la gente tenga varios trabajos; pero el mayor reto es luchar con la implacable represión con la que se vive y que inhibe cualquier atisbo de protesta que hace casi imposible un levantamiento popular para terminar con el régimen chavista que lleva sometiendo a Venezuela desde hace 25 años y que con la actual dictadura de Maduro y toda esa represión, a la que somete día día al pueblo venezolano, está suponiendo la perdida de derechos políticos y libertades civiles y un empobrecimiento irreparable a Venezuela.

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