A veces necesitamos un poco de sur para no perder el norte…A veces tenemos que salirnos del camino marcado, para poder entender el camino por el que vas…A veces es prioritario cambiar de ruta, de destino, de orientación… para poder estar a gusto contigo mismo…Pues uno NO debe adaptarse a algo en lo que NO cree…No debe hablar, no debe pedirlo… sino crearlo…El cambio no llega por que sí.
Seguramente no entendáis estas palabras, tan sacadas de contexto, tan fuera de su sitio…Forman parte del acta de la sesión de evaluación final ordinaria, del curso del cual soy tutor este año…Las palabras se las lleva el viento y quise dejar a mis compañeros unas letras, para intentar decirles que…
Bueno mejor os cuento lo que intenté decirles, después de acercaros la mejor pregunta de la semana.
¿Por qué se usaba la flor de iris para indicar el norte en muchos mapas de navegación y en brújulas?
…Intenté decirles que los cambios en la educación-los cambios que todos esperamos- no van a venir de la manita de nuestros gobernantes…que tenemos que ser nosotros-los maestros- quienes desde nuestra cotidianeidad, los que debemos provocar el cambio.
El desánimo, la queja, el aburrimiento, la impotencia, el no saber qué hacer…cómo hacer, el miedo, la pereza…son malas compañías para protagonizar el cambio educativo que con urgencia necesitamos. No podemos hacer la guerra cada uno por nuestra cuenta…El profesor aislado no cambia nada…Hemos de trabajar en grupo…De exigir en grupo. En fin, a veces pienso que en nuestras manos, en la de los maestros, está la posibilidad de cambiar esto. ¿Ingenuo? Tal vez…
…Les comentaba también, que la mayoría de padres actúan pensando que están haciendo lo mejor para sus hijos, pero que se equivocan a la hora de compensar la falta de tiempo que dedican a estar con ellos y por supuesto en la poca y mala comunicación que tienen con ellos. En España hay unos 350.000 menores entre 6 y 14 años que pasan las tardes solos en casa y 70.000 cenan sin sus padres. ¿Cómo van a obedecer a sus padres cuando estén con ellos? Otros sobreprotegen en exceso y tienen miedo a reñirles o castigarles…les dan todo y lo quieren todo…son los reyes de las casas, todo gira en torno a ellos y se hace lo que ellos quieren y deciden. ¿Cómo no van a ser tiranos, insociables y egoístas? Otros niños tienen tantas cosas que hacer por las tardes, que no tienen ni tiempo para ellos. ¿Cómo no van a sufrir de estrés?…Padres e hijos.
Teresa tiene una preciosa casa rural, de labranza castellana, de principios de siglo XIX en Tamajón: Las Trojes, al pie del pico Ocejón, puerta de entrada a la comarca de la serranía norte de Guadalajara… Ella, que disfruta, acoge en su casa y siente la naturaleza como nadie; me decía esta semana que la legendaria flor de Lys, es una especie protegida muy bella, musa del impresionismo. Que Van Gogh la retrató como nadie, así es, casi al nivel del suelo y eliminando el horizonte, para que tuviésemos la sensación de estar entre ellas, tumbados en ellas…Teresa encontró su Iris al norte de Tamajón…La vio entre la maleza, “a más de cinco pies del suelo, salpicada de nobleza, de valor y de sabiduría…Desafiante”
Ella propone a la flor de iris como símbolo de la sierra norte de Guadalajara…Qué buena idea…No debemos perder el norte…No debemos perder la posibilidad de disfrutar de esa flor tan bella, tan olvidada, tan preciosa, tan fascinante. Enhorabuena por tu hallazgo…Todos tenemos un norte, el de Teresa viene marcado por la flor de iris; otros los encontraron en la estrella polar…¿Cuál es tu norte? ¿Dónde está tu norte?