El martes pasado leía un manifiesto de economistas, para mejorar el rendimiento del sector educativo. Lo que proponían es muy acertado. La primera idea que dan es la de prestar más importancia a la motivación temprana, a las habilidades no cognitivas, entre 1 y 3 años. La segunda es una mejor carrera y mejor profesionalización de los enseñantes. La tercera es quitar rigidez al sistema educativo, atendiendo a las características específicas y a las capacidades de cada niño. La cuarta idea es… …Bueno, mejor os lo cuento, después de acercaros la mejor pregunta de la semana: ¿Qué no te cansas de mirar y disfrutas muchísimo con ello? Volviendo a la Educación y al manifiesto, la cuarta es autonomía, flexibilidad y rendición de cuentas de cada uno de los centros educativos. La quinta es incentivar el esfuerzo y el comportamiento adecuado. La quinta es una evaluación rigurosa e independiente. Estas recetas no son caras, no se necesita muchísima inversión, no son difíciles.

Tal vez para tener una buena educación, no hace falta gastar más, sino gastar en lo necesario, en lo importante, en lo imprescindible, en lo significativo… Gastar mejor. Tengo un alumno, Nacho, que no se cansa de preguntarme cosas curiosas. Es de lo más sorprende, es como si no hubiera pasado por este sistema educativo tan reduccionista, tan uniforme y tan poco creativo. Al inicio de la Primaria los niños son muy dinámicos, les gusta investigar, curiosear. Tras su paso por la escuela va muriendo en ellos esa curiosidad. Tanta memorización les hace perder esa curiosidad natural con la que vienen. ¿Por qué somos tan diferentes? ¿Acaso este niño es más inteligente? …Lo que sí es probablemente, es más original, más singular…Diferente. Nacho me decía hoy, que cuando sale de acampada con sus padres o hace una barbacoa en casa y hace un fuego, no puede dejar de mirar al fuego, le gusta mirar arder y consumirse la leña…le hipnotiza me decía. ¿Y tú, que no te cansas de mirar profe? Me preguntó ¿Y a vosotros?

Preguntó a sus compañeros…¿Y a ustedes? …Ver jugar a los niños, ver correr el agua, las olas en el mar, nevar, pasar coches, mirar la forma de las nubes, las estrellas…Hay tantas cosas…Somos tan diferentes…A mí, sobre todo-y más en esta época- me gusta mirar a las golondrinas volar y ver como hacen todas esas cabriolas inesperadas en el aire, a gran velocidad y tan cerquita del suelo o de los edificios. ¡Qué gozada!…Ya de niño lo hacía y ahora, que ya soy un poco menos niño, lo sigo haciendo…Sigo disfrutando muchísimo. Hace unos días, leía un estudio en relación con las golondrinas, muy curioso. Según los investigadores, las golondrinas están en un proceso “urgente” de transformación de sus alas para prevenir o sobrevivir a las continuas muertes por atropellos. Estos científicos llevan 30 años recogiendo cadáveres y estudiando golondrinas de varias especies. Han observado que cada vez hay menos aves muertas y se han preguntado sobre las razones: ¿Mayor maniobrabilidad y eficacia del vuelo? ¿Adquisición de características especiales?… Charles Brown ha encontrado que las aves que morían por colisión con vehículos, tienen la envergadura más grande que las que morían por otras causas accidentales. Las golondrinas han ido cambiando el tamaño de las alas en los últimos 30 años. Ahora son más talentosas, vuelan mejor…La evolución es un proceso continuo de transformación biológica de las especies, debido a la acción de factores ambientales. Las golondrinas han ido cambiando, han ido modificando sus alas para sobrevivir, para resolver su problema. Lo hacen con tiempo, involucrándose en el problema, participando desde el principio en la solución…Uno de los principales problemas de nuestros políticos, de nuestros dirigentes y nuestro por supuesto, es justamente ese, no abordar el problema desde el principio, no resolver el problema cuando hay tiempo. Y no porque luego sea tarde, sino porque deja más cadáveres en los parabrisas de los coches. Mi posdata de hoy es para Nacho. Tú curiosidad es un regalo para mi, ella te hará más libre.

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