fotoSe han dado cuenta que las cosas más importantes de nuestra vida pasan desapercibidas ante nosotros. ¡Y eso que están cerca de nosotros!… Tal vez demasiado cerca. Tan cerca, tan simples, tan sencillas, tan normales que no las vemos, no las apreciamos. Para verlas -como decía Saint- Exupery en el Principito- hay que mirarlas con el corazón…”Solo se ve bien con el corazón”.

Lo que de verdad importa no se ve, no se toca, no se escucha, no se habla y en muchas ocasiones, cuando se trata ni se llega a comprender. Solo se puede sentir con el corazón. El corazón tiene argumentos que la razón, muchas veces  no alcanza a comprenderlos…La mente censura y desaprueba constantemente al corazón.

Lo que de verdad importa pasa inadvertido en contextos inadecuados. Solo con el corazón podemos extraerlo de este contexto y sentirlo. El ojo solo nos permite ver una pequeña parte de ese iceberg…Hay mucho más en el interior, en la esencia…Y para ello necesitamos el corazón.

A lo largo de nuestra vida vamos fabricando nuestras gafas y las lentes, a través de las que vemos el mundo y analizamos cada una de esas cosas que nos pasa por la mente, por la razón. Damos demasiada importancia a estas gafas y prestamos demasiada atención a ver esas cosas, a interpretarlas bajo esos cristales, pero olvidamos a nuestro corazón y a la máquina de sentir que tenemos en él que nos permite percibir lo que de verdad importa. ¡Cuánto ciego de corazón que hay! No temas que se desgaste o rompa tu corazón por sentir, el único corazón roto es el que nunca ha sentido nada.

Para poder ver lo que de verdad importa hay que entrar sin estas gafas; no hacen falta, tan solo hay que entrar con el corazón abierto para sentir y disfrutar de aquello que realmente importa. Escribir me permite acercarme a lo que de verdad importa, escribir me permite desaparecer, alejarme, irme muy lejos y luego aparecer…Llorar, reír, encontrar, compartir, sentir, responder, preguntar…A veces suponemos en vez de preguntar…Escribir me deja, ver, ilusionarme, desenamorarme, vivir con intensidad, con espiritualidad, de un forma profunda, entregada, con emociones a flor de piel.

Es importante aprender a invertir el tiempo en lo que de verdad importa, con quien de verdad importa. La vida es una aventura apasionada en la que ocurren muchas cosas inesperadas. No trates de que sea un viaje organizado en el que lleves todo atado y planeado. No te ates a lo que no te gusta y a quien no te gusta. Vuela hacia donde te lleve el viento.

Muchos huyen de lo que de verdad importa y prefieren quedarse en la frialdad de lo simple. De ti depende, en tus manos está, en tu corazón. Deja tus ojos y tu mente por un instante.

Pin It on Pinterest