VIOLENCIA JUVENIL

violencia juvenilEl violento asesinato de un matrimonio de 80 años en Bilbao, al parecer por dos menores de 14 años, evidencia la necesidad de reflexionar y de solucionar educativa y legalmente la criminalidad, la violencia y  la agresividad de nuestros jóvenes.

Robos, asesinatos, tirones en la calle, destrucción de mobiliario urbano, actos violentos en la calle, en el fútbol, acoso a padres y a iguales, gamberrismo en edificios y transporte público, pintadas en la calle etc… La criminalidad juvenil crece exponencialmente, es un fenómeno muy complejo sobre el que hay que reflexionar mucho y sobre el que hay que tomar medidas tajantes. El excesivo proteccionismo y  consentimiento del estado a los jóvenes; ese afán del sistema educativo de ponerlo todo demasiado fácil, placentero y sin esfuerzo; la permisibilidad  y la justificación de todo de esos padres consentidores cada vez más distanciados  intergeneracionalmente de sus  hijos; la familia tan democrática, flexible e irresponsable respecto a su misión de educar e instruir a sus niños, carente de límites y normas; la sociedad tan débil y poco transmisora de valores y mirando siempre para otro lado en la educación de sus menores; la cultura consumista que ha creado modelos erróneos y necesidades artificiales  y que practica un hedonismo insaciable incapaz de postergar la satisfacción del placer o de planificar con sensatez el futuro a medio plazo; un código penal incapaz de hacer responder penalmente de sus actos a sus jóvenes y de hacerles cumplir penas directamente proporcionales a los hechos, delitos o faltas tipificados en el Código Penal; el empleo precario, el desempleo crónico y las graves dificultades que encuentran estos jóvenes para acceder al mundo laboral y en consecuencia para emanciparse serian algunas de las causas que exacerban las violencias sociales y conductas antisociales continuadas y progresivas con las que nos enfrentamos día a día en nuestros jóvenes y que tanto nos cuestan controlar y gestionar debido a su impulsividad, a su  hiperactividad, a su poco autocontrol y a su forma de solucionar los conflictos y de gestionar sus emociones.

O empezamos a poner soluciones firmes a esta cuestión o nuestra sociedad se deteriorará aún mucho más; pues en este asunto, todos somos parte del problema y por tanto de la solución.

 

LA INSPECCIÓN EDUCATIVA

adoctrinament-770x433-1La asociación “Proyecto Inspección”, a través de uno de sus miembros, ha presentado un informe en el que  afirman que el 80% de los inspectores de Educación catalanes han sido designados a dedo, mientras que la tasa en España es del 33%. Estos inspectores, llamados oficialmente “accidentales” se van renovando cada año y son nombrados en base a su  antigüedad, a proyectos realizados y una entrevista personal mantenida con ellos. Los méritos, la experiencia profesional en el cuerpo que inspeccionará, la cualificación, la formación no son factores que se tengan muy en cuenta o que sean relevantes y definitivos para su elección. ¡Qué podemos esperar entonces de su actividad y acción inspectora!

Los servicios de Inspección educativa son los mecanismos de control que tenemos en Educación. Deben de asegurar el cumplimiento de reglamentos y mantener unas condiciones inocuas ideológicas de trabajo. Si ellos no lo hacen, lo hacen de de la forma inapropiada o lo hacen ignorando  un problema, ocultándolo en vez de encararlo de una forma independiente y valiente, guiándose por sus convicciones, valores, ejemplaridad y responsabilidad y obligación profesional; entonces, además de estar fallándose a ellos mismos están incurriendo en un delito pues están haciendo mal su trabajo y faltando a sus responsabilidades.

La inspección educativa debe de ser independiente, profesional, autónoma y no debe de estar sometida a los imperativos subjetivos de la discrecionalidad y del control político y de la represión. Debe de ser técnica-pedagógica y no burocrática. ¡Hay que transformar su  organización y reestructurarla! ¡Terminemos de una vez por todas con esta Inspección al servicio de la administración de turno y de intereses partidistas!

Exijamos una Inspección con «menos injerencia política» porque la falta de independencia es un problema muy grave de la inspección en casi todas las comunidades…Ahora es el momento de hacerlo y pedir estos cambios legislativos a través de la Subcomisión para el Pacto Estado Social y Político por la Educación, que hace poco iniciaba su caminar  en el Congreso de los Diputados.

Si queremos soñar con un país realmente democrático y libre, necesitamos la democratización de nuestro sistema educativo. Cuanto mayor sea este, mayor será el grado de desarrollo democrático de un país. Y para ello necesitamos una Inspección educativa, profesional, libre, eficaz, cualificada e independiente de las distintas alternativas que la manipulan y la secuestran. Necesitamos que los miembros de esa Inspección sean seleccionados entre los mejores profesionales de la docencia, en cada una de sus etapas, Infantil, Primaria, Secundaria y Universitaria.

Si queremos soñar con una Inspección que no tiña de ideología nuestra Educación hemos de transformarla y para ello tenemos que parar a reflexionar y a respondernos preguntas tales como: ¿Cuáles deben de ser las atribuciones y las líneas de trabajo en un futuro por parte de los inspectores?¿Cómo debe de ser el proceso de selección y su formación?¿Cuál ha de ser el papel y perfil de estos inspectores? ¿Cuál ha de ser la referencia y modelo de inspector?¿Qué paradigma de Inspección deseamos para transformar  el sistema educativo tan precario que tenemos?

Si queremos soñar que España tenga una Educación de calidad, que prepare y forme a nuestros jóvenes para la vida, necesitamos una Alta Inspección Educativa coherente, real y funcional. Esta Alta Inspección de Educación es una institución que nació como consecuencia de la nueva organización política de España en Comunidades Autónomas. Una vez concluido el proceso de traspasos competenciales en materia educativa, el Estado creó áreas funcionales de Alta Inspección de Educación integradas en las Delegaciones del Gobierno en las distintas Comunidades. Es un órgano del Estado que tiene una doble esencia, por un lado orgánica, integrada en el Ministerio de Administraciones Públicas a través de la Delegación del Gobierno en cada Comunidad Autónoma. Y otra esencia funcional  que depende del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, en la actualidad de la Dirección General de Cooperación Territorial,  bajo la dirección de la Subdirección General de Alta Inspección. En cada comunidad autónoma hay un alto inspector, una oficina de la Alta Inspección Educativa; y después en el Ministerio están centralizados los servicios.

Si queremos cambiar este modelo educativo lo primero que tenemos que creer es que es posible nuestro sueño, si no lo creemos poco podremos hacer; pues como decía el gran maestro Celestin Freinet: «No podéis preparar a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de sus sueños, si vosotros ya no creéis en esos sueños; no podéis prepararlos para la vida, si no creéis en ella; no podríais mostrar el camino, si os habéis sentado, cansados y desalentados en la encrucijada de los caminos.»

 

 

A VECES MUCHO PUEDE SER DEMASIADO

IMG_4407Hace unos días me contaba una amiga que su hija no valora nada de lo que le da, que abre un regalo y juega de manera superficial con él, pues pierde interés rápidamente y muy fácilmente y que en ocasiones ni lo mira… Que siempre está ocupada en satisfacer sus necesidades y apenas valora el amor y todo lo que hace por ella… Que la chantajea emocionalmente y que enseguida se apega a otras personas con afán de sacar de ellos lo que quiere…Que cuando está con esas personas le hace un vacio emocional y no quiere saber nada de ella… Que cuando se va con su padre, en el periodo que le corresponde a él, apenas quiere hablar por teléfono con ella, que no le quiere contar nada y que rápido le da largas.

Esta amiga lo está pasando muy mal porque siente que su hija no la quiere y cree que es muy egoísta, interesada y que solo piensa en lo suyo…Y que para ello desplaza a su madre por cualquier sustituto momentáneo…Que busca familias adoptivas y “juguetes-personas” que satisfagan sus necesidades de ocio, alimentación, entretenimiento etc.

Le comentaba a mi amiga que los niños de ahora son niños muy consentidos porque corremos a darles todo. Que les malcriamos y les hacemos intolerantes y muy egoístas, pues dar todo forma a personas intolerantes y profundamente tira os. Además les hace agresivos y con capacidad de manejar sus emociones. Consentirles y darles todo no es bueno.

Le comentaba también que escuchar solo alabanzas les vuelve adictos a ellas, les crea un mundo irreal… Y que hacerles todo y evitar aquellas tareas difíciles en las que se sienten inseguros y acaban fracasando no es bueno. Es necesario embarcarles en actividades en las que no son buenos. Es bueno bajarles de esa posición de emperador en la que les hacemos vivir.

Otra de las cosas de la que hablamos es de un artículo que hace unos días llegó a mis manos, en el que se describe y se analiza  el experimento de un profesor y orientador estadounidense: Kim Payne. En él, simplificaron la vida de los niños diagnosticados con un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Al cabo de tan solo cuatro meses, el 68% de estos pequeños habían pasado de ser disfuncionales a ser clínicamente funcionales. Además, mostraron un aumento del 37% en sus aptitudes académicas y cognitivas, un efecto que no pudo igualar el medicamento más prescrito para este trastorno, el Ritalin. Así que estar expuestos a demasiados estímulos -comentaba el articulo- provoca un estrés que se va acumulando y obliga a los niños a desarrollar estrategias para sentirse a salvo ya que se ha demostrado que un exceso de estrés durante la infancia aumenta las probabilidades de que los niños desarrollen problemas psicológicos.

El estudio dice que cuando los niños son abrumados con muchas cosas, muchas opciones por hacer y demasiada información no tienen tiempo para explorar, reflexionar y liberar las tensiones cotidianas. Se trata de dejar que los niños sean simplemente eso, niños y para ellos debes evitar: no llenarlos de tareas extraescolares, darles tiempo para jugar, pasar tiempo con ellos, crear un hogar con un ambiente tranquilo, asegurarse que duerman bien, limitar el uso de la tecnología, disminuir nuestras expectativas sobre su desempeño, simplificar su entorno con menos juguetes y más opciones para que echen a volar su imaginación.

Los resultados son muy reveladores, le comentaba a mi amiga y nos hace cuestionarnos si el entorno que le estamos dando a nuestros niños es sano y estable desde un pun to de vista mental y emocional.

El artículo nos habla de que este profesor, a inicios de su carrera, trabajó como voluntario en los campos de refugiados, donde tuvo que lidiar con niños que sufrían estrés postraumático. Payne apreció que estos niños se mostraban nerviosos, hiperactivos y continuamente expectantes, como si algo malo fuera a pasar de un momento a otro. También eran extremadamente cautelosos ante la novedad, como si hubieran perdido esa curiosidad innata de los niños.

Años más tarde, Payne apreció que muchos de los niños que necesitaban su ayuda mostraban los mismos comportamientos que los pequeños que provenían de países en guerra. Sin embargo, lo extraño es que estos niños vivían en Inglaterra, por lo que su entorno era completamente seguro. Entonces, ¿por qué mostraran síntomas típicos del estrés postraumático?

Payne piensa que aunque los niños de nuestra sociedad están seguros desde el punto de vista físico, mentalmente están viviendo en un entorno similar al que se produce en las zonas de conflictos armados, como si su vida peligrara. Estar expuestos a demasiados estímulos provoca un estrés que se va acumulando y obliga a los niños a desarrollar estrategias para sentirse a salvo.

De hecho, los niños de hoy están expuestos a un flujo constante de información que no son capaces de procesar. Se ven obligados a crecer deprisa ya que los adultos colocan demasiadas expectativas sobre ellos, haciendo que asuman roles que en realidad no les corresponden. De esta manera, el inmaduro cerebro de los niños es incapaz de seguir el ritmo que impone la nueva educación, y se produce un gran estrés, con las consecuencias negativas que este provoca.

Payne habla también del exceso y de cómo, como padres queremos darles todo lo mejor a nuestros hijos. Y que si un poco está bien, pues más y todo mejor. Por eso, comenta el artículo,  ponemos en práctica un modelo de hiperpaternidad, nos hemos convertido, como bien define el autor del artículo, en «padres helicóptero» que obligan a sus hijos a participar en una infinidad de actividades que, supuestamente, les preparan para la vida.

Por si no fuera suficiente, llenamos sus habitaciones de libros, dispositivos y juguetes. De hecho, se estima que los niños occidentales tienen, como media, 150 juguetes. Es demasiado, y cuando es demasiado, los niños se sienten abrumados. Como resultado, juegan de manera superficial, pierden el interés fácilmente por los juguetes y por su entorno y no desarrollan su imaginación.

Por eso, Payne afirma que los cuatro pilares del exceso sobre los cuales se erige la educación actual de los niños son:

  1. Demasiadas cosas
  1. Demasiadas opciones
  1. Demasiada información
  1. Demasiada velocidad

Cuando los niños son abrumados de esta forma, no tienen tiempo para explorar, reflexionar y liberar las tensiones cotidianas. Demasiadas opciones terminan erosionando su libertad y les roba la oportunidad de aburrirse, que es fundamental para estimular la creatividad y el aprendizaje por descubrimiento.

Poco a poco, comenta el artículo, la sociedad ha ido erosionando la maravilla que implica la infancia, hasta tal punto que algunos psicólogos se refieren a este fenómeno como “la guerra contra la infancia”. Basta pensar que en las dos últimas décadas los niños han perdido una media de 12 horas semanales de tiempo libre. Incluso los colegios y las guarderías han asumido una orientación más académica.

Sin embargo, un estudio realizado en la Universidad de Texas ha desvelado que cuando los niños juegan deportes bien estructurados se convierten en adultos menos creativos, en comparación con los pequeños que han tenido mucho tiempo libre para jugar. De hecho, los psicólogos han notado que la forma de jugar moderna genera ansiedad y depresión. Obviamente, no se trata solo del juego más o menos estructurado sino también de la falta de tiempo.

La mejor manera de proteger la infancia de los niños es decir “no” a las pautas que la sociedad pretende imponer. Se trata de dejar que los niños sean simplemente eso, niños. La vía para proteger el equilibrio mental y emocional de los niños consiste en educar en la simplicidad. Para conseguirlo, comenta Payne, es necesario:

– No atiborrarles de actividades extraescolares que, a la larga, probablemente no le servirán de mucho.

– Dejarles tiempo libre para que jueguen, preferentemente con otros pequeños o con juguetes que puedan estimular su creatividad, no con juegos estructurados.

– Pasar tiempo de calidad con ellos, es el mejor regalo que pueden hacerles los padres.

– Crear un espacio de tranquilidad en sus vidas donde puedan refugiarse del caos cotidiano y aliviar el estrés.

-Asegurarse de que duermen lo suficiente y descansan.

– Reducir la cantidad de información, asegurándose de que esta sea comprensible y adecuada a su edad, lo cual implica hacer un uso más racional de la tecnología.

– Simplificar su entorno, apostando por menos juguetes y cerciorándose de que estos estimulan realmente su fantasía.

– Disminuir las expectativas sobre su desempeño, dejándoles que sean simplemente niños.

Magnifico artículo, me comenta mi amiga, buenísima reflexión cargada de verdad me comenta con cara de “que mal lo estamos haciendo” y de “cuánto hemos de cambiar.”

Acabamos la conversación mi amiga y yo pensando que no dejamos a los niños ser niños, que les hacemos adultos muy rápidamente, que queman etapas fugazmente y en algunos casos ni pasan por ella. Hemos de saber dar un giro a este asunto o tendremos generaciones de adultos ansiosos, depresivos, nada empáticos, egoístas, insolidarios, interesados y vacios de misericordia y compasión…En nuestra manos está.

LA PUERTA PINTADA DE MEL CAPITÁN

img_rquelart_20170721-104607_imagenes_lv_otras_fuentes_mel_capitan-ks6H-U424276953352uqH-992x558@LaVanguardia-WebUno de los muchos porqués que siempre me he preguntado desde bien joven es ¿por qué se suicidan las personas?… ¿Qué les lleva a tomar esa decisión?… A abrir esa puerta, a buscar una solución definitiva y permanente a un problema temporal y pasajero.

Siempre he pensado que tenemos que enseñar a nuestros niños a gestionar, a afrontar y a vencer la pena, la desesperación, la frustración y la agonía.  Tenemos la mala costumbre de evitarles estas situaciones y de no exponerles cuando llega el momento de afrontarlas. Hemos de aprovechar esos duros momentos para educarles en ello. La vida se nos derrumbará muchas veces y hemos de tener la fortaleza suficiente para afrontarla y arreglarla… Y esto también se puede y se debe enseñar a nuestros pequeños.

Las personas que buscan esa puerta de salida posiblemente no encuentran otras puertas para dejar de sufrir o para dejar de hacer sufrir. Estoy completamente seguro que la mayoría de ellos querrían evitar tomarla, pero no tuvieron la oportunidad de encontrar otras puertas para aliviar esa  pena y esa desesperación. Eso es lo que debemos hacer, abrirles otras puertas de salida.

El suicidio de Melania Capitán además me ha hecho reflexionar en el odio e intolerancia que hay en esos mensajes de las redes sociales por el mero hecho de ser cazadora y haber hecho didáctica y divulgación de ella. La reacción de esos animalistas radicales, defensores ultras de la vida animal se contradice con esos tuits injuriosos y ofensivos que incurren la mayoría en delitos de odio y conductas delictivas. ¿Qué persona es capaz de defender la vida animal pero a la vez humillar, acosar, desear y alegrarse de la muerte de una joven cazadora? ¿Quién se esconde detrás de esos perfiles tan agresivos, de esos mensajes de odio?

El linchamiento y la agresividad de esos perfiles anónimos, de esas mentes que son capaces de morir por un perro, pero a la vez reaccionan deseando la muerte de una cazadora, son la muestra evidente del fango que se esconde en las redes sociales… Y lo que es peor, de las mentes misantrópicas que hay tras esos ultras animalistas que construyen su propia moralidad, sistema de valores y su escala ética alrededor de su enfermiza y radical defensa de los animales.

Descansa en Paz Mel Capitán

“Solo el suicida piensa que puede salir por puertas que sólo en la pared están pintadas” (Vladimir Holan)

EL TIEMPO NO SIEMPRE TIENE TODO EN SU MANO

23Durante esta semana santa he podido disfrutar de unas vacaciones en una de las maravillosas Islas Canarias. Es curioso ver como en los hoteles españoles aún se sigue discriminando a los hombres a la hora de la cena imponiéndonos a mantener unas normas de decoro solo para nosotros… Unas reglas únicamente para  hombres que consisten en  no poder llevar pantalón corto.

Este mensaje de decoro dirigido de forma exclusiva a los hombres es una muestra más de como el pensamiento machista y la discriminación social en contra del hombre es mayúsculo en nuestra sociedad, pues tienen mayores obligaciones y menor libertad a la hora de escoger su vestimenta que la mujer.

Durante las cenas pude observar la obscenidad en ciertos vestuarios femeninos. Inaceptables para cualquier norma de decoro. Así se lo trasladé a los metres del salón y posteriormente al director del hotel en un encuentro más propio del siglo pasado que de tiempos actuales.

El pensamiento del director de este hotel es profundamente discriminatorio, ni tan siquiera entendió que el código de decoro debe de ser para hombres y mujeres. No ve posible dar una norma de vestuario femenino. No concibe tener que darla… Es terrible lo que sucede en estos hoteles españoles. Así funcionan las normas de decoro para las cenas. No tendremos una  sociedad libre hasta que cosas como estas dejen de suceder en el seno de nuestra sociedad.

Una de las noches, en las que intenté explicar a los metres esta situación discriminatoria, uno de los numerosos hombres-clientes afectados – que escuchaba la conversación- me esperó afuera del restaurante y tras finalizar de cenar me explicó que llevaba toda la razón del mundo y que el tiempo dejaría en su sitio a este hotel.

El tiempo no siempre dice todo lo que tiene o debería de decir. No siempre acaba poniendo a todo el mundo en su sitio. No siempre el tiempo y el destino actúan de justicieros. En muchas ocasiones nos autoengañamos haciéndonos creer que el tiempo pondrá a fulanito o menganito en su sitio. En muchas ocasioculones lo hacemos por cobardía, cerramos los ojos y ponemos en manos del tiempo lo que deberíamos hacer frente en ese mismo instante. Todos los hombres de ese salón deberíamos haber exigido no ser discriminados por sexo y un protocolo de decoro para hombres y mujeres… Y por supuesto las mujeres deberían también haber mostrado su desacuerdo con tal actitud.

Pensamos que no es el momento, cerramos los ojos y nos ponemos en manos del destino con una indiferencia ante la injusticia tan cobarde como inútil… No nos engañemos, al final el tiempo no tiene todo en su mano.

EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES

mediocreNos hemos acostumbrado a vivir con la mediocridad y hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas, por premiarla, por ensalzarla y por aplaudirla. Ha ganado la cultura de la anti-excelencia y gran parte de este éxito se lo debemos a nuestros políticos. Este sería el resumen del maravilloso artículo de Forges, “El triunfo de los mediocres”, que se está haciendo viral y que les dejo por aquí para que disfruten o más bien se enfurezcan con él.

Donde más veo y donde más se da esta actitud y este “éxito” es en los centros educativos y en las instituciones y organizaciones que los gestiona. Y no solo en lo académico sino también en lo ético, en este asunto van de la mano. Desde la elección del delegado de clase, del premio a mejor alumno… al mejor profesor,  el coordinador de ciclo educativo o jefe de departamento. Del director del centro educativo o del inspector. O del máximo responsable provincial, regional o nacional… De sus equipos de gobierno. De las figuras sindicalistas…De multitud de personas y cargos relevantes del mundo asociacionista educativo etc. En todas ellas ha triunfado la mediocridad.

No están los mejores por meritos, están los mejores en hacer favores y cobrárselos, los mejores hipócritas, los más ambiguos, los que hacen las cosas para que sean vistas por los demás y para que puedan publicitar que las han hecho. Son simpáticos y sociables, han dedicado y dedican una gran parte de su tiempo a formarse en ello, en caer bien, con sus chascarrillos y sus amables comentarios. Están los mejores en  medrar pisando y en no salirse del caminito que marca la ortodoxia del cargo y de la institución o cúpula que le colocó allí, pues a ella se deben y para ella trabajarán.

La buena formación, los méritos, los valores, la actitud, el sacrificio, la entrega, el esfuerzo, la personalidad, el interés, las habilidades o aptitudes…Todo esto que siempre se ha identificado con las sociedades más  avanzadas, hoy ya no tiene sentido porque ha triunfado la mediocridad. Este es nuestro modelo y paradigma de éxito. ¡Qué pobreza moral, intelectual y educativa!

El triunfo de los mediocres

“Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.

Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.

Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. 

Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel. Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.

Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.

Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.

– Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.

– Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.

– Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.

– Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.

– Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

– Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.

– Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.

– Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.

– Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

– Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

– Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo.

ANTONIO FRAGUAS DE PABLOS (FORGES)

Pin It on Pinterest