Una de las virtudes que más valoro en las personas es la de saber pensar diferente y además de ello el de tener la valentía de defender sus ideas por encima de todo. No es fácil nadar contra corriente, ni tan siquiera para un pez. Es más fácil hacerlo a favor y dejarse llevar por la fuerza del rio. Se necesita ahínco y firmeza en tus creencias para atreverte a defender ideas contrarias al pensamiento ortodoxo.
Quien es capaz de hacer esto, además se atreve a vivir de forma diferente, derribando barreras, paradigmas falsos y obstáculos sociales. Es admirable. Volviendo al símil de los peces, es como ese pez que de vez en cuando da un salto para descubrir que el mundo, no está solo hecho de agua. Es valiente.
Si hoy les escribo esto es porque quiero mostrar mi mas absoluto rechazo a los insultos recibidos por unos cuantos intolerantes, pertenecientes a esa izquierda marxista, totalitaria y antisistema que aguardaban con excitación la “fiesta LGBT” para tener la oportunidad de mostrar lo peor de ellos y todo lo contrario a los valores que dicen emanar de esa fiesta: convivencia, libertad y respeto.
Resulta paradójico que nos llamen fascistas a Vox, a nosotros, cuando los fascistas son más bien los que constantemente están incitando a sus manadas callejeras al odio y a la violencia contra VOX. Resulta increíble que por el mero hecho de ser de Vox, liderar y defender sus ideas en Guadalajara; solo por eso tenga que recibir insultos de todo tipo de unos cuantos energúmenos que dicen defender los valores del mundo homosexual.
Siempre he creído en el respeto a las opiniones de los demás. En la tolerancia con las ideas de los otros, porque una sociedad solo puede avanzar si se sujeta y se fundamenta en los valores de libertad, de democracia, de igualdad, de justicia, de respeto y de pluralismo. Por todo ello, quien agrede verbalmente a alguien porque no comparte sus ideas no es demócrata ni puede ser justificado de ninguna de las maneras; el que hace eso es un totalitario, intransigente y fascista.
Por otro lado también quiero mostrar mi rechazo a todos aquellos que nos intentan acorralar y arrinconar a los simpatizantes y líderes de Vox. Parece que por ser de Vox no tenemos derecho a tener amigos o a ser socios de determinados clubes de Guadalajara. Si por algunos fuese nos marcaban con un V y nos mandaban al mas absoluto ostracismo, al aislamiento social, a la exclusión y al vacío. ¡Que intransigentes!
Estos algunos deberían leerse y poner en práctica lo que tanto vociferan: el Artículo 19, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
¡Enhorabuena Antonio!
Brillante reflexión y más que necesaria reivindicación.
Cada día somos más los que trabajamos a diario para eliminar esos paradigmas falsos que inculcan los medios sobre los que creemos que otra forma de ver la política, la sociedad y el día a día, es posible… somos más los que creemos que los valores y el sentido común son principios que nunca se debieron de abandonar.
La integridad moral, la defensa de la libertad y los valores occidentales, son las únicas armas de las que disponemos para luchar contra esta lacra que nos acosa, ningunea e incluso nos estigmatiza. Pero esas armas, son las más valiosas en las manos adecuadas. Y en VOX, la lucha con esas armas, está más que garantizada.
Al igual que nosotros los ciudadanos de a pie trabajamos duro para eliminar estigmas falsos sobre VOX, estamos seguros que los cargos electos del partido, trabajarán y lucharán como jabatos para hacer llegar nuestro mensaje a través de las instituciones.