Quiero arrancar mi “carta” de hoy con el título de una sugerente melodía que hoy pude escuchar: “Cuando las palabras fallan”; pues cuando las palabras fallan, siempre quedará la música. Hoy quiero hablaros de eso, de música, de escrache y de verdad.
Entiendo el enfado de la calle y la hostilidad hacia nuestros políticos; las palabras nos fallan, la impotencia se adueña de nosotros, pero ¿merecen ser castigados con el escrache en su vida privada, en su casa, en su bar? ¿Quién decide el castigo? ¿Y quién decide a quien? ¿Por qué no se refleja este cabreo en las urnas, en vez de la vida privada de nuestra clase política? ¿Qué se lo merecen? ¿Y si alguien considera que merecen ser quemados?
Creo que los escraches en apoyo de la iniciativa legislativa popular (ILP) son…
…Bueno, mejor os cuento lo que creo que son, después de acercaros la mejor pregunta que me han hecho esta semana:
¿Qué no debe de faltar en una relación?
… creo que son inadmisibles, son una escusa para provocar otras cosas, tal vez el estallido social. Es más creo que la PAH es un movimiento organizado, no espontáneo y poco democrático. Detrás de ellos no está el pueblo, no son la mayoría y las 1.402.854 firmas de las que presumen, solo son apoyos a un documento concreto, no a una plataforma, ni a sus modos y maneras.
¿No les ocurre que cuando ves el odio en los demás suavizas el tuyo y paras a reflexionar?
La música de El último de la fila siempre me hizo reflexionar; hay una canción, “En los árboles” que siempre que la escucho, me hace soñar y recordar uno de los primeros “rincones lentos” –esos de los que les hablaba la semana pasada- que construí siendo muy niño en mi pueblo natal. Un lugar escondido entre pinares, en el que disfrutábamos haciendo nuestra cabaña del árbol, que tantos momentos nos proporcionaba de recogimiento, libertad, descubrimiento, esparcimiento, intimidad y reflexión en los días cálidos y en las noches oscuras de los veranos cortos de Quintanar.
¡Qué necesarios son estos rincones lentos! Suelen ser tan personales y tan importantes que necesitas que el exterior no te los invada.
…”Que corriéramos campo a través, a la luz de los fulgores del alba.
Chispas blancas sobre el rojo violento. Y que hiciésemos cabañas
en los árboles. En los árboles”…
Lo que no debe de faltar en una relación es “La Verdad”. La verdad es realmente importante para la vida. Te hace sentir alegre, seguro, fuerte. Todos deberíamos tener nuestros “oasis de verdad”; nuestras personas cercanas que nos digan siempre la verdad. Que respondan a nuestras preguntas con la verdad, con franqueza. ¿Los tienes?
Mi relación con muchos de nuestros políticos carece de ella. Me mienten, me hablan de las cosas que siempre quiero escuchar, cuando hablan claro. Creo que no hablan más, para no mentir más. La realidad es la que es y es que algunos deberían decir alguna vez la verdad, más que todo, para que les creamos cuando mienten.
Mi Posdata de hoy la hago con sueño-pesa el dia- y con carcajadas de un twit que acabo de recibir: “Que votaseis a Chiquilicuatre tuvo su gracia. Pero con lo de Rajoy estáis llevando la broma muy lejos. Buenas noches.