La Naturaleza es la mejor escuela de la vida que conozco. Como podéis comprobar, me dejo guiar por su imitación con cierta asiduidad ¡Es algo que no puedo resistir! Os sorprenderíais de la cantidad de correlaciones que hay entre el mundo natural y la actualidad social y política que ahora vivimos. Los dos mundos son universos insospechados, en los que ocurren fenómenos realmente insólitos y que en la mayoría de los casos pasan desapercibidos delante de nuestras narices. Hoy quiero hablaros de uno de ellos: la TRANSPARECIA.
En la transparencia está la clave para cambiar las cosas. Tenemos la idea que cuando todos hacen trampas, no hacerlo nos va a resultar perjudicial. Este es uno de los tantos paradigmas falsos que hemos de romper, sobre todo los más poderosos, que son los más propensos a hacer trampas. La corrupción es algo contagioso, nadie es inmune a ella y todos podemos sucumbir a sus encantos, acercarnos a ella, mirar, beber de su agua y caer por el pozo de la opacidad hasta la más infinita y oscura profundidad.
En la Tierra hay muchas de estas profundidades oscuras, zonas con poca luz o incluso sin ella; por eso, los seres vivos que habitan en ellas han tenido que adaptarse para sobrevivir. Dos de ellas son las algas rojas y las algas azules; viven en zonas con muy poca luz y necesitan absorber la energía del sol mediante el agua. La propiedad de transparencia de esta, les permite vivir en este medio, se aprovechan de ella. El color rojo y azul, se absorbe muy rápido por el agua y a pocos metros de la superficie se pierde; esta energía penetra en el agua y estas algas, gracias a sus pigmentos, captan esta luz y pueden vivir a esas profundidades y con esta luminosidad, que para nuestro ojo sería oscuridad.
Las estrategias adaptativas, que utilizan, para optimizar el uso de la luz, son muy variadas y diferentes. Una gran mayoría de medios de comunicación -a modo de unidades fotosintéticas- son uno de los mecanismos que más usan para poder sobrevivir en esta falta de transparencia. Estos medios, su hecho informativo, su objetividad, su análisis, su criterio, su rigor son uno de los mecanismos de adaptación que han desarrollado para sobrevivir en esa profundidad afótica.
¿Hay algo más oscuro que hacer una comparecencia sin preguntas, enchufada y seguida por los periodistas a través de una pantalla? ¿Es una nueva modalidad de rueda de prensa? ¿Una nueva herramienta adaptativa? ¿Dónde queda la dignidad del periodismo? ¿Es cobardía? O tal vez consecuencias de esa simbiosis de intereses mutuos que viven poder y periodismo?
Disfrutar de lo que te gusta es tan importante como no aceptar lo que no te gusta. Pero para ello, hacen falta dos cosas: saber hasta dónde eres capaz de llegar y a donde no y por supuesto no ser esclavo de una relación de simbiosis, que en numerosos casos puede provocar una mala vida e incluso tu muerte.